La plantilla de Nissan ha ratificado hoy jueves, 6 de agosto, el acuerdo logrado ayer con la dirección del fabricante automotriz nipón para marcharse de Barcelona. Los trabajadores, en una asamblea celebrada ante la factoría de Montcada i Reixac (Barcelona), han aprobado el pacto de cierre de las tres plantas en la Ciudad Condal y conurbación. Lo han hecho por amplia mayoría.
Los empleados han dado el sí en una asamblea celebrada ante el centro de trabajo del fabricante japonés en Montcada. El cónclave laboral ha sometido a votación de los presentes la propuesta de la dirección de mantener la actividad este año y no clausurar hasta 2021. Los presentes la han avalado por mayoría, con apenas un puñado de votos en contra.
Larga negociación
La ratificación de la propuesta de acuerdo con la dirección de Nissan se ha producido tras una larguísima negociación entre dirección y sindicatos. Las conversaciones para prolongar al máximo la actividad y conseguir compensaciones concluyeron el miércoles tras 36 horas de toma y daca y después de meses de huelga convocada por las fuerzas con representación en el comité.
Los puntos mollares del pacto validado hoy en asamblea son la prolongación de la actividad hasta finales de 2021, cuando la empresa había planteado cerrar las fábricas de la Zona Franca de Barcelona, Montcada y Sant Andreu de la Barca en otoño de este ejercicio. Con este tiempo extra, Nissan da tiempo a las administraciones para buscar otro operador que desee invertir y reaprovechar las factorías. Asimismo, la plantilla ha conseguido evitar "despidos traumáticos" y ha aceptado un plan de bajas voluntarias y mejoras para los empleados que se acojan al expediente de regulación de empleo (ERE), planteado inicialmente para 2.500 personas.
Objetivo: reconversión de las plantas
La aprobación del acuerdo de cierre de las tres plantas de Nissan en Barcelona y su área de influencia abre otro escenario: el de reconversión de las factorías. Ello podría ser posible, tal y como ha avanzado este medio, si todos los actores, incluyendo a las administraciones públicas y la patronal Foment del Treball, que ha impulsado una mesa para mantener la actividad industrial, hallan un operador que desee tomar el relevo al fabricante japonés en los tres centros de trabajo, o alguno de ellos, y empezar su propia producción. Públicos y privados podrían usar los fondos comunitarios para la reactivación económica para facilitar este desenlace.
Pese a este horizonte de esperanza, la situación por ahora es que Cataluña ha encajado un nuevo desastre industrial con la marcha de Nissan, ahora ya confirmada para finales de 2021. La retirada del fabricante de automóviles conllevará la extinción de unos 2.500 puestos de trabajo directos y unos 30.000 indirectos. De hecho, proveedores como Marelli ya han empezado a pactar despidos con sus plantillas. La fuga de la multinacional se conoció en mayo, cuando la multinacional que forman Renault, Mitsubishi y Nissan informó de su plan global de restructuración. La hoja de ruta prevé que la marca francesa asuma la mayoría de producción del grupo en Europa, lo que justifica, según el fabricante japonés, su adiós de Barcelona.