Santa Perpètua, a salvo de los ajustes de Alstom para su fusión con Bombardier
El plan que el fabricante francés ha presentado a la Comisión Europea incluye ventas de activos en Francia y Alemania pero no afecta a su planta española
10 julio, 2020 00:00La compra de Bombardier Transportation por parte de Alstom no afectará a la planta que el fabricante francés tiene en la localidad de Santa Perpètua de Mogoda, una de sus principales factorías en Europa. Al menos, es lo que se recoge en el plan para integrar la división ferroviaria del grupo canadiense que Alstom ha presentado en las últimas horas a la Comisión Europea, en busca del necesario visto bueno del Ejecutivo comunitario.
Bien es cierto que la cúpula directiva de Alstom manifestó en su día que la operación, valorada en 6.500 millones de euros, no afectaría al empleo. Sin embargo, no todos los centros de trabajo correrán la misma suerte que la situada en la provincia de Barcelona.
La hoja de ruta
Los ajustes del gigante francés afectan a centros de trabajo y proyectos situados en el país galo y en Alemania.
Este jueves, justo cuando vencía el plazo para que Alstom presentara los detalles de la operación a Bruselas, el fabricante francés ha hecho llegar al Ejecutivo una hoja de ruta que pretende, fundamentalmente, evitar que la Comisión frene la operación por cuestiones relacionadas con la competencia.
Venta de una fábrica
La firma ha procurado que no suceda lo mismo que con la fusión acordada anteriormente con la alemana Siemens y que, tras arduas negociaciones que incluyeron a los gobiernos de ambos países, no pudo salir adelante a causa del veto de Bruselas por motivos de competencia.
En este contexto, Alstom está dispuesta a realizar notables sacrificios, como prueba el hecho de que el plan remitido a Bruselas incluye la venta de la planta de trenes regionales de Reichshoffen, en la región fronteriza de Alsacia, que cuenta con algo más de 800 trabajadores.
Alemania, también afectada
El problema con el que se encontraría Alstom es que en este ámbito ejerce ya un cuasimonopolio junto a, precisamente, Bombardier, lo que haría inviable que Bruselas aceptara la fusión sin realizar algún tipo de ajuste en este aspecto.
No es el único activo al que tendrá que renunciar Alstom para esquivar un posible veto de Bruselas. En este caso se trata de determinadas actividades desarrolladas por Bombardier en suelo alemán, concretamente en Hennigsdorf, en las cercanías de Berlín.
Bruselas se pronuncia en breve
En teoría, Bruselas dispone hasta finales de mes para analizar la propuesta de Alstom y emitir una respuesta. Durante estos meses, pese a las dificultades por la pandemia del coronavirus, las conversaciones entre la compañía y la Comisión Europea han sido fluidas.
El fabricante francés se muestra confiado de que, esta vez sí, podrá seguir adelante con sus planes.