Fachada de la Bolsa de Madrid, donde cotiza el Ibex 35 / EP

Fachada de la Bolsa de Madrid, donde cotiza el Ibex 35 / EP

Business

JP Morgan, Goldman, Blackrock… los cazagangas que apuestan 1.400 millones en el Ibex

Destacados inversores internacionales toman posiciones en la bolsa española, la más castigada de Europa por la crisis del coronavirus

6 julio, 2020 00:00

La bolsa española se confirma como un discreto objeto de deseo por parte de destacados inversores internacionales, que ven en el notable castigo que acumula el Ibex 35 como consecuencia de la crisis del coronavirus una oportunidad para abrir posiciones en valores a precios muy atractivos. Desde que se inició el desplome por la expansión del virus, los institucionales han aflorado participaciones valoradas en más de 1.400 millones de euros.

No es casualidad que inversores como Goldman Sachs, JP Morgan y Blackrock hayan declarado participaciones significativas en compañías cotizadas españolas en los últimos tres meses.

El más castigado

El Ibex se mantiene como el índice europeo más castigado desde que se inició el año, con un retroceso acumulado superior al 22%.

La cifra es ya de por sí llamativa pero lo era aún más después del primer mes de la crisis, cuando el desplome se situó por encima del 40%, lo que hizo que grandes valores del indicador selectivo cotizaran en mínimos históricos.

El empleo de derivados

Una oportunidad que el mercado no ha querido dejar pasar para tomar posiciones en algunas de las grandes empresas que cotizan en el parqué español como es el caso de Repsol, IAG, ACS y Bankia, entre otras.

La mayoría de las operaciones de este tipo han sido articuladas a través de instrumentos derivados, entre los que destacan los swaps y también los contratos por diferencia, en los que los inversores no se quedan finalmente con los títulos sino que ingresan en efectivo la diferencia entre el valor de referencia de las acciones y el precio que alcancen en el momento que venza el contrato.

Medidas proteccionistas

De esta forma, los grandes inversores reducen al máximo los riesgos y prácticamente se aseguran notables plusvalías toda vez que un buen número de acciones del Ibex cotizaban en zona de mínimos históricos como consecuencia de la crisis.

Una circunstancia que incluso llevó al Gobierno a establecer medidas protectoras para dificultar la posibilidad que inversores de fuera de la Unión Europea pudieran hacerse con el control de empresas de sectores considerados como estratégicos a precio de ganga.