La Federación Empresarial Catalana de Autotransporte de Viajeros (Fecav) ha comunicado al conseller de Territorio y Sosteniblidad de la Generalitat, Damià Calvet, su preocupación por el sector autobusero de Cataluña.
Así se lo transmitió el presidente de Fecav, José María Chavarría, a Calvet durante un encuentro telemático en el que le advirtió de que las empresas se enfrentan a unas pérdidas de 170 millones, por lo que ha pedido la creación de un fondo de ayudas específico.
Sector tocado por el coronavirus
Chavarría ha pedido a la Generalitat un paquete de ayudas que puedan articularse desde la Mesa de Turismo de Cataluña, y ha insistido en alargar los contratos de transporte escolar, la ampliación de la vida útil de los autocares que hacen estos servicios pasando de 16 a 18 años y líneas de ayudas para la renovación de flotas.
Todo ello debido a la crisis que atraviesan las empresas de autobuses de Cataluña, con una reducción de ingresos de prácticamente el 100% en el caso del transporte discrecional en autocar, y estima unas pérdidas de 170 millones incluyendo únicamente los servicios discrecionales, ya que durante los meses de marzo a junio estas empresas facturan un 60% del total anual.
Ayudas de larga duración
Asimismo, el presidente de Fecav pidió una moratoria de dos años para las sanciones a autobuses y autocares que circulen dentro de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE) que tiene previsto activarse el próximo 15 de septiembre, ya que "los operadores no tienen recursos para la renovación de flotas".
En cuanto al transporte regular, la caída de viajeros también ha sido muy elevada --entre un 90% y un 100%-- y, aunque la demanda se recupera, no se espera volver a los registros de antes de la crisis hasta 2022. Además, Chavarría recordó que se necesitan nuevas estaciones en Barcelona --las actuales asumeno todas las expediciones-- y urge a desarrollar la Ley de Financiación de Transporte Público, además de culminar la T-mobilitat en toda Cataluña.