La compañía Adolfo Domínguez cambia de presidente, pero seguirá siendo liderada por la familia fundadora. El que fuera impulsor de la marca, Adolfo Domínguez Fernández --hijo de sastres y fundador de la empresa--, da un paso al lado en favor de su hija Adriana Domínguez, quien ocupará la presidencia después de casi cuatro años liderando la empresa como directora general y consejera delegada.
Domínguez Fernández ha decidido consolidar el relevo generacional en un cargo que ha ocupado durante 28 años, aunque ello no quiere decir que quede apartado completamente de la marca de moda que ha sido su proyecto empresarial y vital. Permanecerá en el consejo de administración como miembro dominical y, además, continúa siendo accionista mayoritario de Adolfo Domínguez, con el control de 31,5% del capital.
Nombramiento con unanimidad
El nombramiento de Adriana Domínguez ha sido aprobado por unanimidad por los miembros del órgano de administración. Que sucediera a su padre en el máximo puesto directivo de la compañía contaba, además, con el beneplácito de los consejeros independientes que componen la comisión de Nombramientos y Retribuciones de Adolfo Domínguez, que redactaron un informe favorable para este relevo.
La decisión refrenda la sucesión natural en la firma de moda de autor, que ahora debe encarar el futuro de la compañía en el marco de la peor recesión económica mundial provocada por la crisis del coronavirus. La marca ya ha comenzado a sufrir las consecuencias y ha tenido que iniciar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que ha afectado a más de 700 trabajadores.
La hija mayor sucede a su padre
Adriana es la mayor de las tres hijas de Adolfo Domínguez Fernández. Estudió economía y ha logrado renovar completamente la gestión de la compañía, en tándem con el actual director general, Antonio Puente.
Adolfo Domínguez nació como una sastrería local de un pueblo de Ourense. Hoy en día, cuenta con 391 puntos de venta en 22 países y facturó 112 millones de euros en último ejercicio auditado (2018-2019).