El tráfico de pasajeros caerá hasta el 80% en El Prat este verano

El Aeropuerto de Barcelona registrará una caída del tráfico de viajeros de entre el 73 y el 81% durante este verano por el impacto de la crisis del coronavrius. Así lo estima la Cámara de Comercio de Barcelona, que avisa de una afectación "de pleno" a la actividad de la infraestructura en los próximos años.

Durante este 2020 se estima una reducción del tráfico del 74% con respecto al año pasado, según la previsión más moderada del Informe de Tráfico Aéreo de la Cambra. En el escenario más optimista, la caída será del 48%, lo que puede llevar a un volumen total en 2020 de entre 24,2 y 12,6 millones de viajeros.

UME realiza desinfección en el Aeropuerto de El Prat / EP

Recuperación en invierno

El estudio señala que el tráfico se empezará a recuperar de cara a la temporada de invierno, con una reducción de entre el 25% y el 30% del volumen de pasajeros respecto al año anterior. Los vuelos domésticos pueden activarse entre junio y principios de julio, mientras que, para los europeos, se prevén recuperar a partir de junio y conseguir una "cierta normalidad" en el último trimestre de 2020.

Sin embargo, para los vuelos intercontinentales, el informe de la Cambra estima que no tendrán una recuperación significativa hasta la temporada de verano del año que viene. La situación es similar en los principales aeropuertos del continente, con una reducción de operacioens de entre el 85 y el 100% durante abril. Las principales compañías que operan en El Prat también han reducido al mínimo sus operaciones y también se ha disminuido el nivel de la carga aérea, pese a que se continúe operando.

El nivel de tráfico aéreo internacional de 2019 puede tardar en recuperarse entre 2,5 años y cinco años, según proyecciones menos o más optimistas. En "una situación sin precedentes" por el Covid-19, el estudio indica que el ritmo de recuperación del tráfico dependerá de la liberalización de la movilidad de los viajeros internacionales, la confianza del consumidor y las empresas, y la capacidad de reestructuración de las compañías aéreas.