Esther Borao tiene solo 31 años, es ingeniera industrial y desde el pasado 24 de septiembre es la primera mujer que dirige el Instituto Tecnológico de Aragón (ITAINNOVA), que en solo unos meses ya nota su mano. “Cuando me ofrecieron el cargo, revisé los directores y todos habían sido hombres y mayores, por lo que mi nombramiento ha sido un cambio importante y espero que para bien”, asegura.
Quizá algunos la recuerden por su paso por El Hormiguero, donde esta ingeniera zaragozana de Gallur contribuyó a esos experimentos tan curiosos que ofrece el programa de televisión de Pablo Motos en 2015 y 2016. Desde entonces todo han sido buenas noticias para ella, que ha ido cumpliendo metas y logrando reconocimientos.
En "un mundo de hombres"
De hecho, Esther Borao fue seleccionada por la Embajada de Estados Unidos para el programa Women in Entrepreneurship, gracias al cual convivió durante un mes en EEUU con 52 mujeres de distintos países de todo el mundo. También figura entre las Treinta jóvenes líderes de Europa y África gracias a su proyecto The Ifs.
Y eso que no lo ha tenido fácil. Esther es una mujer en “un mundo de hombres”, como ella misma confiesa al afirmar que en su facultad “apenas había chicas” y menos después dentro del mercado laboral. Aunque piensa que se debe a “una cuestión cultural” que tiene mucho que ver con el hecho de que se siga dando a las niñas juguetes de niña y a los niños todos los demás: “Son detalles de los que a veces no somos conscientes, pero que los enfocan hacia un lado o hacia otro ya desde la infancia”. Al menos en ITAINNOVA comparte trabajo y responsabilidad con “otra mujer, la consejera Maru Díaz, que ejerce como como presidenta del consejo rector”.
The Ifs
Esther es una apasionada de la tecnología y su especialidad es la robótica, que le apasiona “desde que era una niña” porque se dio cuenta de que "podía crear y diseñar lo que imaginaba en mi cabeza”. Aunque también es experta en automática. Tal vez gracias a esta pasión, promueve la utilización de la tecnología por parte de los niños desde muy pequeños, incluso cuando aún no han aprendido a leer y escribir.
Así surgió la idea de The lfs, una familia de pequeños robots llamados Emma, Liam, Noah y Holly que han sido ideados para revolucionar la enseñanza de programación desde la infancia. Ellos han de permitir a los más pequeños el aprendizaje incluso sin saber leer y sin que sea necesario el uso pantallas.
Fondos mediante crowdfunding
The Ifs es un proyecto muy personal que requiere de 200.000 euros para llevarlo a cabo, para lo cual se lanzó el pasado 16 de diciembre una campaña de crowdfunding de 40 días, que marcha a buen ritmo. Y por ello, Borao confía en conseguir la financiación necesaria.
Que la enseñanza a través de la programación se convierta en “un juego de niños” es el gran objetivo de esta iniciativa. Para ellos, los robots son coloridos amigos, al tiempo que sus maestros, y los niños “aprenden los principios básicos de la programación a edad temprana”, lo que les permitirá “desarrollar habilidades cada vez más valoradas”. Especialmente si optan de mayores por la ciencia, la ingeniería, el arte o el diseño.
Igualdad de género en el apredizaje
La idea del proyecto es, también, que el aprendizaje sea por igual para niñas y niños y que propicie, sobre todo, la “autoconfianza para entender después en la escuela conceptos más abstractos”. Un reto que tienen más complicado ellas: “Hay menos niñas que niños interesados por la tecnología y eso debemos solucionarlo, porque si no se quedarán al margen de los mejores trabajos”.
Tras ser nombrada directora de ITAINNOVA, a Esther no le ha quedado otra que delegar este proyecto y dejarlo “en buenas manos”, aunque no por ello pierde el contacto con una iniciativa que la ha llevado al éxito tanto en España como fuera.
Hiperactivismo laboral
La familia de robots The Ifs se ha hecho popular incluso en Silicon Valley (California), que presenta la mayor concentración de empresas tecnológicas del mundo. Esther también es miembro de Makeroni Labs, una agrupación que agrupa tecnología y arte, que ganó el Space Apps Challenge de la NASA a nivel internacional. Borao ha fundado hasta ahora, además, varias empresas en su afán por apostar por la tecnología, como Mulleres Tech, una asociación para dar visibilizar y apoyo a las mujeres en el campo tecnológico, especialmente en el marco de Aragón. Cofundó igualmente otras firmas con la intención de acercar la tecnología a todos. Como Innovart, un estudio creativo de nuevas tecnologías que comenzó dando vida al laboratorio ciudadano La Remolacha HackLab de Zaragoza Activa.
Esther fue semifinalista del UAE AI & Robotics Award for Good, que se organizan en Dubái, siendo la única persona de nacionalidad española seleccionada para el certamen entre un total de 600. Y participa, también, en el Arduino Day Zaragoza, un evento internacional para difundir la robótica.
Ayuda para crear empresas
Y todo ello la ha conducido hasta la dirección del Instituto Tecnológico de Aragón que, desde 1984, “acumula una larga experiencia en el desarrollo de proyectos de I+D en múltiples campos tecnológicos” en colaboración con empresas ofreciendo soluciones, desarrollo de ideas, ayuda para crear empresas y “aporta valor a cualquier propuesta” de desarrollo tecnológico: "Están cambiando las cosas y se valora más el papel de la mujer en la sociedad. Por eso me hizo ilusión aceptar esta responsabilidad”, ya que así “otras mujeres ven hasta dónde podemos llegar también en el campo de la tecnología”.
Esta ingeniera aragonesa se considera una privilegiada y su meta es demostrar que “la tecnología no sólo sirve para la industria, está también en otros campos”, al tiempo que da a conocer a conocer todo “el talento que hay en el instituto” que ahora dirige.