Air China en el aire; Hutchinson o CosCo en el transporte marítimo; Construction Bank of China en finanzas; los turistas que viajan con Ctrip o las compras de pisos de alto nivel. La crisis política en Cataluña y, también, la nueva obsesión independentista catalana con Hong Kong han tensionado hasta el límite las inversiones chinas. Los consultores ya recomiendan congelar proyectos en el territorio o desviarlos a Madrid. ¿Hay fugas? Sí, pero en el sector más flexible: el inmobiliario.
Así lo verbaliza Veline Group, un grupo inmobiliario y asesor en inversiones de referencia. Su consejera delegada, Veline Ong, explica que "con el actual clima político lo primero es congelar la inversión hasta que se sepa qué va a pasar en Cataluña". ¿Por qué? "Nadie sabe qué Gobierno habrá. O, llegado un caso hipotético, si una Cataluña independiente levantaría aduanas o precisaría de visados. La inversión china exige estabilidad para trabajar", aclara. La directiva, originaria de Shanghai y asentada en España desde hace 16 años, opina que Barcelona "es una ciudad fabulosa, tiene puerto y es plataforma de entrada para empresas chinas que quieren lanzarse a Suramérica". El músculo de la segunda mayor ciudad española se ha atrofiado. "Las inversiones requieren estudios de mercado y analítica previa. Lo prudente en estas fases es decir que se congele Cataluña por la situación actual", admite.
El inmobiliario, la primera víctima
Otras fuentes del sector confirman la percepción aportada por Veline. "Ya hay movimientos. Estoy asesorando a un grupo inversor que se había fijado en un activo residencial en la zona litoral de Barcelona. Ofrecía buena rentabilidad. Pues bien, la compra ha caído y se han marchado a la zona al norte de la avenida Diagonal, pues les genera un mayor sentimiento de seguridad. De Diagonal hacia abajo, nada", explica el letrado. Según este profesional, la calidad de los activos de la zona elegante de la capital catalana "está siendo un refugio temporal para los inversores extranjeros, no por los disturbios de la semana pasada, que afectarán, sino por otras disrupciones como la inseguridad que afecta a las zonas más turísticas de la capital catalana", reconoce.
Más contudente es Uniletra, firma de servicios integrales para el mercado chino. "Que no compren en Barcelona y sí en Madrid. Esto es lo que estamos recomendando a los ciudadanos chinos", indica una representante. "La estabilidad es imprescindible para cualquier plan de inversión. Los inversores quieren que su dinero rinda en zonas estables a corto y medio plazo. Y este escenario no está asegurado en Barcelona y el resto de Cataluña", ha añadido la misma portavoz. ¿Existe un impacto del procés? "Sí, lo hay. Lo contrario sería engañarse", señala. En este tablero de desplazamiento de las operaciones y los proyectos, dos ciudades salen claramente beneficiadas de la pérdida de atractivo de Barcelona. "Madrid y ahora Málaga están creciendo muy rápidamente. Captan cada vez más más capital", analiza Ong. "Un inversor busca retorno para su operación. Desde China y sorteadas todas las trabas, en el análisis de mercado Barcelona y Madrid no están muy lejos. Si la primera presenta inestabilidad, los compradores se irán a la segunda", insisten desde Uniletra.
Cataluña ya tiene mala prensa
Además de colarse en los planes de inversión de las empresas y compradores chinos, el independentismo catalán ha conseguido también provocar una corriente de resentimiento en el establishment chino, que autoriza (o niega) los movimientos de capital de mercantiles o súbditos al exterior. Lo verbalizó el lunes Hua Chunying, portavoz del Ministerio chino de Exteriores. La alto cargo acusó al independentismo catalán de "bloquear un aeropuerto y destrozar tiendas", en lo que la críptica representante internacional del Gobierno chino definió como "una copia de los disturbios de Hong Kong". En este contexto, recalcó Chunying que las "protestas" en algunos países "deben resolverse según el marco legal que rige en estos Estados", lanzando así un mensaje a la comunidad internacional sobre la región administrativa.
No acabó aquí. Las referencias a la crisis política catalana en China han continuado apareciendo en la prensa de dicho país. ¿Ejemplos? Artículos en el Global Times, la versión exterior del People's Daily, el medio de partido del Estado asiático, con una tirada de 4 millones de ejemplares diarios. Más contudente incluso fue el China Daily, el mayor periódico del país. El 15 de octubre y tras el asedio al aeropuerto de Barcelona-El Prat, el medio en inglés de referencia en la potencia económica advirtió de que el "separatismo" no sería tolerado, parangonando las algaradas en Hong Kong con las de Cataluña. Continuó esta plataforma informativa dando cuenta de las palabras de Chunying y antecedió a la dura cobertura que hizo Union Times del escrache independentista al Consulado General Chino en Barcelona. Una protesta que, por cierto, generó una explicación pública de la cónsul, Lin Nan.
Inversiones en el aire
¿Es toda esta cobertura negativa suficiente para bloquear la inversión china en Cataluña? "Se verá. La inversión exterior es un proceso largo que requiere autorizaciones gubernamentales en el país", explican desde Uniletra. De momento, el país, a tenor de las palabras de Chunying y de la cobertura de los medios oficialistas, ha recibido con profunda antipatía las protestas independentistas tras la sentencia condenatoria del procés y la voluntad de grupos secesionistas de vincular la región con Hong Kong. "Son dos situaciones que no tienen nada que ver", recalcan desde Veline.
Lo factual es que Cataluña presenta un elevado nivel de inversión china. La región copa el 25% del dinero inyectado por compradores y empresarios asiáticos en España, según datos de un informe publicado por OBS Business School, publicado en 2018. Al calor del procés, la autonomía catalana quedaba ligeramente por encima de Madrid (23,2%), aunque muy por debajo de Galicia (44%). El pastel de este mercado creció un 800% entre 2014 y 2018 hasta los 14.000 millones de euros, según concluyeron Euler Hermes y Mapfre en un trabajo conjunto. El destino ya ha cedido algunas oportunidades, como Thunder Power, que movió su proyecto de centro de I+D de Cataluña a Bélgica en 2018. Se llevó 80 millones de euros y 200 empleos altamente cualificados. Nada se sabe hasta el momento del flamante Centro Europeo de Medicina Tradicional China, con una etiqueta también de 80 millones y que debía ocupar la antigua fàbrica Godó i Trias en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), creando 500 puestos de trabajo. Tenía previsto abrir en 2020, pero las obras se han "retrasado", según avanzó Redacción Médica.