Imagen del Puerto Olímpico de Barcelona, pendiente del traspaso entre Generalitat y ayuntamiento para cambiar de rostro / CG

Imagen del Puerto Olímpico de Barcelona, pendiente del traspaso entre Generalitat y ayuntamiento para cambiar de rostro / CG

Business

Una rabieta del PDeCAT gripa la reforma del Puerto Olímpico

El 'conseller' de Territorio bloquea la reforma de la dársena al retrasar la cesión de competencias al Ayuntamiento de Barcelona tras la sentencia del 'procés'

25 octubre, 2019 00:00

El mar de fondo entre Gobierno de la Generalitat de Cataluña y Ayuntamiento de Barcelona ha gripado la reforma del Puerto Olímpico. Damià Calvet, consejero catalán de Territorio, bloquea la cesión de competencias de la dársena al equipo de Ada Colau y, con ello, el lavado de cara de 39 millones de euros.

Oficialmente, el Departamento de Calvet (PDeCAT) indica que "el convenio para el traspaso de competencias del Puerto Olímpico está pendiente de aprobación por parte del consejo ejecutivo del Govern". Tras ese paso, subraya Territorio que "lo deberá aceptar el Ayuntamiento de Barcelona". Fuentes del sector son menos benévolas. "El actual clima político ha frenado de golpe la entrega de la instalación. Tras ello está el deterioro de relaciones entre el equipo de Ada Colau y el de Quim Torra tras la sentencia del procés", explican. Lo factual es lo siguiente: el convenio debía firmarse el pasado 15 de octubre. Se paró tras conocerse el fallo condenatorio a los líderes del proceso independentista. Ahora no tiene fecha.

Colau sí cumple

Las consecuencias de este no del Govern a Colau es que el Puerto Olímpico sigue como estaba. No se pasa su cesión al Ayuntamiento para que pueda meter las excavadoras en lo que sería el primer paso para la reforma del puerto deportivo, que debe concluir en 2022. Y eso que el Gobierno municipal Barcelona en Comú-PSC ha cumplido. Consiguió aprobar por unanimidad la modificación del convenio de delegación de competencias en el pleno de septiembre. También ha provisionado tres milllones de euros de las cuentas de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) de 2020 para empezar los trabajos. Pero el bloqueo de Territori ha frustrado el inicio de obras.

Imagen del futuro Puerto Olímpico ciudadano de Barcelona / AjBCN

Imagen del futuro Puerto Olímpico ciudadano de Barcelona / AjBCN

¿Qué está pasando? "El clima no es el más adecuado", insisten otras fuentes del sector consultadas. En otras palabras y en el plano político: el PDeCAT se la devuelve a Ada Colau después de que ésta acudiera a la mesa de agentes económicos convocada por Roger Torrent (ERC), presidente del Parlamento catalán. El foro, que pretendía desescalar el conflicto desatado tras la sentencia, se reunió el sábado 19 de octubre por sorpresa. Significó una puñalada mayúscula de ERC al PDeCAT, su socio de gobierno, que a la misma hora reunió a los alcaldes de Tarragona, Girona y Lleida con el president. Colau contribuyó a abrir una herida entre los independentistas y, ahora, el PDeCAT se lo hace pagar con Damià Calvet como agente ejecutor de la vendetta.

Sin obras y a merced de las tormentas de invierno

Sobre puerto, las consecuencias se notan. El no de Calvet a entregar la marina deportiva al Ayuntamiento de Barcelona provoca que no se puedan acometer los primeros trabajos. ¿El primero? El refuerzo del dique de abrigo para proteger los amarres de las inclementes tormentas de invierno. De hecho, amarristas y operadores de la instalación aguantaron la respiración durante el episodio de gota fría o DANA (depresión aislada en niveles altos) que barrió Barcelona y el resto de la autonomía esta semana. "Nos obligaron a sacar los coches la noche anterior para evitar daños", explica uno de ellos.

Hay más. Con la negativa de la Generalitat a ceder las competencias del Puerto, el calendario se tambalea. Preveía el Ayuntamiento empezar las obras para transformar el espacio en "un puerto ciudadano, donde predomine el verde" a finales de 2019. Los trabajos se alargarán hasta 2022, cuando se reinaugurará la dársena para "actividades vecinales, deportivas y de economía verde". En el ínterin deberá decidir el Ejecutivo local si deja quedarse a las discotecas. Prometió expusarlas, pero una auténtica revuelta empresarial --con 2.000 empleos en juego--, ha diluido la voluntad municipal de eradicar el uso nocturno de la instalación.