El sindicato independentista Intersindical-CSC ha anunciado este lunes al mediodía que aplaza la huelga general que había convocado para este viernes (11-O) como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo del caso del 1-O. Lo hace un día antes de que se celebre el acto de mediación para fijar los servicios mínimos y ante los rumores de que la sala encargada de deliberar no publicará su resultado hasta el próximo lunes.
No renuncia a sus intenciones, ya que ha fijado una nueva fecha para organizar otro paro de país en Cataluña. Lo moverá al siguiente viernes, 18 de octubre. Espera que con siete días más se cuente con la resolución publicada y pueda movilizar a una masa crítica destacable.
Seguimiento de la huelga
El gran temor de los independentistas es que la huelga tenga una afectación baja, tal y como reconocen desde el propio entorno de Intersindical-CSC. En esta ocasión la convocatoria registrada ante el departamento de Trabajo de la Generalitat no se habían incluido varias jornadas, como venía siendo lo habitual en esta organización sindical minoritaria en Cataluña que ha firmado todas las convocatorias de paros de país anteriores.
Desde el entorno de Foment del Treball se indica que con este cambio se intentaba demostrar que el fin de la protesta no era político, sino laboral. Los organizadores se escudaban en reclamar “derechos laborales y sociales” y en la recuperación del poder adquisitivo de salarios y pensiones, así como la igualdad de género y la superación de la brecha salarial. Las mismas justificaciones que han esgrimido hasta la fecha y que han propiciado un conflicto judicial abierto con la patronal liderada por Josep Sánchez Llibre.
Sin denuncias
La gran patrona catalana ha denunciado los paros de país anteriores. Ha asegurado que los motivos que los promueven son puramente políticos, algo que está al margen de la legislación vigente. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) no les ha dado la razón, aunque ahora esperan que resuelva el Tribunal Supremo, tal y como indican fuentes de la patronal. Al estar abierto el conflicto en esta ocasión han decidido no promover otra impugnación judicial.
Pimec también ha criticado la convocatoria de Intersindical-CSC. Su presidente, Josep González, pidió que se recapacite y se evite una medida que puede derivar en un impacto económico en la actividad catalana en un momento de desaceleración. Sí aceptó alguna medida simbólica que recogiera el malestar de una parte de la ciudadanía de Cataluña ante la sentencia que afecta a los líderes políticos del procés, pero sin acciones que tengan como objetivo máximo paralizar Cataluña.
Cámara de Comercio de Barcelona
El único apoyo claro que Intersindical-CSC ha obtenido por parte de las organizaciones empresariales catalanas es de la dirección independentista de la Cámara de Comercio de Barcelona. Su presidente, Joan Canadell, ha minimizado el impacto de la huelga e impulsa una declaración institucional en las 12 instituciones camerales catalanas restantes para que se sumen a unas demandas políticas. Cuestión que ha tensionado las relaciones internas y fue motivo de bronca en el pleno de la capital catalana de la semana pasada, aunque al final se aprobó con más mayoría de la que tiene el equipo de Eines de País surgido de la ANC.
Intersindical Alternativa de Cataluña (AIC), otra entidad minoritaria con un carácter independentista y con presencia limitada en el sector público, también firma tanto la convocatoria de la huelga como su aplazo. La consejería de Trabajo deberá fijar ahora otra fecha de mediación para fijar los servicios mínimos que se aplicarán en Cataluña el próximo viernes.