Abertis nombra al presidente de Atlantia como nuevo consejero tras la reorganización interna

Cambios en el consejo de administración de Abertis. La gestora de autopistas ha aprobado este miércoles el nombramiento del presidente de Atlantia, Fabio Cerchiai, como nuevo consejero de la compañía. Este ha sido designado tras el terremoto interno que ha provocado en la empresa italiana la salida de Giovanni Castellucci, que ha dejado su puesto como CEO a raíz de la investigación por el estado de algunos puentes en el país transalpino.

Castellucci, consejero delegado de Atlantia durante 17 años, presentó a mediados de septiembre su dimisión tras estar en el punto de mira de las autoridades por las presuntas incorrecciones en los datos referentes al mantenimiento de los puentes que la empresa gestiona en Italia.

Cambios en Abertis

La renuncia al frente de Atlantia también supone el cese de su actividad como consejero de Abertis, según notificó la empresa española a la CNMV. De hecho, fue el propio Castellucci quien lideró entre 2017 y 2018 el intento de compra de Abertis a través de una OPA primero y, después, logró el acuerdo con ACS para la compra conjunta del gestor español de autopistas.

Desde esa operación, Atlantia es el primer accionista de Abertis, al contar con el 50% de su capital más una acción y consolidarla en sus cuentas. ACS tiene otro 30% del grupo y su filial constructora alemana Hochtief, el 20% restante.

Freno a la caída de acciones

Atalntia, controlada por la familia Benetton, ya informó de que la dimisión de Castellucci suponía su renuncia a los puestos que tenía en el consejo de empresas participadas por el grupo. De esta forma, recientemente también abandonó el puesto de consejero en la sociedad gestora del Eurotunel, del que Atlantia es primer accionista.

La marcha de Castellucci, que ingresará 13,1 millones de euros como incentivo, ha tenido un efecto inmediato en los mercados, al lograr frenar la caída de las acciones de Atlantia tras conocerse los detalles de la investigación y las presuntas irregularidades en la conservación de los puentes, como el de Morandi, que dejó 43 muertos en Génova tras desplomarse.