El debate sobre cómo se deben pagar las autopistas en España se ha retomado con fuerza este verano. El ministerio de Fomento ha lanzado un globo sonda que se analiza desde principios de año: el de aplicar algún tipo de peaje para circular por las autovías cuando se levanten las barreras de los peajes nacionales. Algo que preocupa también al Gobierno catalán, que quiere que Cataluña sea la comunidad donde el Gobierno realice las pruebas piloto de la implementación de la viñeta.
Así se defiende desde la consejería de Territorio, encabezada por Damià Calvet (JxCat), un departamento que mantiene relaciones fluidas con el equipo del ministro José Luis Ábalos al que ya ha presentaciones su propuesta. Fuentes conocedoras de las conversaciones que han tenido lugar entre ambas administraciones explican que el gran temor del Govern es que el Estado levante barreras y sólo persistan en activo los peajes titularidad de la Generalitat en Cataluña.
Vencimiento de las concesiones
La primera autopista que se despedirá de las barreras el próximo 31 de diciembre es la AP7 en su tramo sur. Los socialistas ya han confirmado que dejarán de cobrar por circular entre Alicante y Tarragona por esta vía cuando decaiga la concesión de Aumar, una sociedad de Abertis a la que no piensan prolongar la explotación de los peajes.
En agosto de 2021 expirará el otro gran contrato de una filial del gestor de infraestructuras de ACS (Hochtief) y Atlantia, las vías que se operan en Acesa. Explota, entre otras carreteras de alta capacidad, otros cuatro tramos de la AP7 que unen La Junquera con Tarragona. Esto convertirá la autopista del mediterráneo en una vía sin barreras en su totalidad.
Desarrollo de la viñeta
El Gobierno catalán dispone de dos años para tener en marcha un sistema que le garantice que también podrá eliminar los peajes que controla. Se trata de la C32 en su enlace entre el Vendrell y Castelldefels por los túneles de Sitges; los tres tramos de la C16 que comprenden los túneles de Vallvidrera, el del Cadí y el tramo que va de Montserrat y Terrassa; y varios ramales de la C31, la C33 y la C32. Los que discurren entre Barcelona y Montmeló, y los que pasan por Montgat, Mataró y Palafolls.
No se pueden levantar las barreras y buscar algún tipo de peaje en la sombra o pago por uso sin barreras porque las concesiones aún tienen años de vida. Por esto se apuesta por dar el paso definitivo hacia la viñeta catalana, un proyecto que ya se estudiaba cuando Santi Vila era consejero de Territorio y cuyas bases se desarrollaron con su sucesor, Josep Rull.
Presentación del plan en el Parlament
Territorio se ha comprometido en los próximos meses a presentar en el Parlament una propuesta con las líneas básicas de la viñeta que quiere probar en Cataluña, tal y como avanzó La Vanguardia. El diálogo que se ha mantenido con el sector apunta a que la propuesta inicial pasa por cobrar una cuota estándar para acceder a las vías de alta capacidad. Hay un segundo estadio de la iniciativa que implicaría ser más equitativo con los usuarios según el uso que hagan de las infraestructuras, los kilómetros recorridos e incluso por las emisiones de cada vehículo.
La Generalitat dispone de sistemas análogos en países como EEUU, donde en algunos estados ya se han eliminado los peajes y los conductores usan una especie de teletac con el que pagan el servicio de transporte al pasar por debajo de un arco lector. Incluso Abertis ha realizado una prueba de este estilo en uno de los peajes de la AP7 en Cataluña, en el de la Roca de Vallès en sentido norte donde no existen barreras.
Conformación del Gobierno
Con todo, implica un desarrollo tecnológico propio y el convencimiento de que se podrá aplicar de la mano del Estado. Esta última cuestión estará en el aire hasta que no se conforme un nuevo Gobierno en Moncloa.
El objetivo final es dejar de cobrar a través de un peaje y encontrar otro sistema que permita mantener las autopistas en el estado de mantenimiento actual.