Exigen una auditoría de las cuentas de Élite Taxi tras el adiós de Alberto Tito Álvarez. Un grupo de taxistas ha iniciado una recogida de firmas para fiscalizar la tesorería del mayor sindicato del taxi en Barcelona después del adiós de su icónico presidente y activista. Por su parte, Álvarez lamenta los "ataques destructivos" de un "grupo" rival de conductores.
Según la hoja a la que ha podido acceder este medio, los críticos con la dirección actual de Élite Taxi piden la auditoría de gestión "ante los hechos y acciones realizadas por la actual junta de dirección". Los socios firmantes de la iniciativa solicitan "saber, quiénes, cómo y de qué manera se han gestionado todos los ingresos, gastos, donaciones y fondos, que hasta la fecha, ha tenido nuestra asociación". Lo exigen a la luz, siempre según ellos, de la "opacidad con la que han estado trabajando algunos de los cualificados dirigentes, amparándose en el anonimato de sus cargos". En opinión del grupo, estos taxistas "deben salir a la luz y rendir cuentas". ¿Qué pasa si no llegan al 10% necesario de firmas para pedir el examen económico y de cuentas? "Lo denunciaremos y solicitaremos dicha auditoría a la administración pública correspondiente, y con las consecuencias legales que se podrían ocasionar", alertan.
Élite: "Ataques destructivos"
La campaña del grupo de taxistas no ha gustado a a Élite Tai en Barcelona. En un mensaje a los periodistas, la principal entidad del sector ha recordado que "la información de los cargos siempre ha estado a disposición de los socios ya que están inscritos en el Registre d’Entitats Jurídiques de la Generalitat y es un registro público". Ha aclarado Élite que "sobre este tema y la dudas sobre el ejercicio económico de la asociación, solamente hay que ir a las asambleas pertinentes creadas a propósito, a petición ad hoc, de unas personas, donde se aclaran otra vez más todas las dudas y vuelven a ser ratificadas por votación pública".
Según los activistas en defensa del taxi, desde donde hora ha salido el proyecto paneuropeo Taxi Project 2.0, "esta es una asociación seria y así lo seguirá siendo sin miedo alguno a auditoría, ya que confiamos plenamente en el ejercicio de sus funciones de nuestro tesorero y sus gestores". Según Tito, "nadie es ajeno a los ataques destructivos que sufre la asociación, desde descalificaciones personales a miembros de la junta directiva que llevan años trabajando altruistamente en favor de todos, como graves acusaciones a lo económico".
Desvinculado de Élite Taxi
A la espera de que se aclare esta crisis en la principal asociación del taxi de Barcelona, lo factual es que el icónico activista se acaba desvincular de la misma. Anunció Alberto Tito Álvarez esta misma semana que deja la entidad, que está legalmente registrada, para dedicarse en cuerpo y alma al proyecto Taxi Project 2.0, la asociación internacional que busca convertirse en lobi paneuropeo en defensa del sector. Pretende la asociación tener oficinas en Bruselas (Bélgica) y Londres (Reino Unido) con el fin de influir en las administraciones supranacionales para que éstas aprueben políticas favorables a la industria.
Antes de ello, Alberto Tito Álvarez ha marcado un antes y un después en el taxi barcelonés y español. Arrancó en 2014 como activista en defensa del sector. Lideró la lucha contra Uberpop, la primera aplicación de Uber en España. Tras ello, un tribunal mercantil desactivó la app en el país. Después, el activista movilizó al colectivo a lo largo y ancho de España para ir al menos cuatro veces a la huelga en 2017 y 2018 contra la competencia de Uber --en su nuevo formato con vehículos de transporte con conductor (VTC)-- y Cabify. Logró el colectivo modificaciones legislativas a nivel nacional, como la elevación a rango de ley de la proporción entre un VTC y 30 taxis, o un Real decreto-ley que pone trabas a los primeros vehículos, que utilizan los rivales del taxi. Esta normativa se ha traducido en un decreto-ley en Cataluña que ha expulsado a Uber de Barcelona, y en un reglamento metropolitano en Barcelona que pretende cortar las alas a Cabify.