La hostelería, un sector clave para el mercado de trabajo / EFE

La hostelería, un sector clave para el mercado de trabajo / EFE

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El mercado de trabajo pisa el freno: ¿Empieza a tocar techo el empleo?

A pesar de que el mes de junio registró un récord en la afiliación y el número de parados cae a niveles de hace once años, el ritmo de contratación pierde vigor

8 julio, 2019 00:00

El mercado de trabajo está de enhorabuena. El número de parados ha experimentado su mayor caída desde 2008 mientras que la afiliación a la Seguridad Social superó en junio el anterior máximo registrado en 2007 y ya hay 19.517.697 cotizantes en España, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo publicados esta semana. No obstante, a pesar de lo positivo de los datos, ¿puede la creación de empleo estar tocando los tambores de una nueva ralentización?

Aunque el empleo sigue creciendo, los datos dejan entrever que el mercado ha perdido vigor en un mes tradicionalmente positivo para la contratación con la estacionalidad del verano. Así, se trata del junio que menos ha crecido de los últimos cuatro años. En 2019 se han contratado a 75.584 personas, frente a las 91.322 de 2018; 87.692 de 2017 y 98.432 de 2016. Si se compara con los últimos meses de este año, el ritmo de creación se deja algunas décimas: en abril la tasa de crecimiento estaba en el 2,95%, en mayo en el 2,78% y en junio ha quedado en el 2,69%.

Frena el PIB, baja la contratación

En cuanto al paro, la bajada en 63.805 personas en junio sitúa la cifra en 3.015.686 de personas, la más baja desde noviembre de 2008. Sin embargo, en términos desestacionalizados, desligados los efectos del verano, el desempleo aumentó en 8.986 personas con respecto al mes de mayo. En lo que respecta a los afiliados, el dato permaneció en positivo con un repunte del 0,17%, que supone 32.732 trabajadores más.

“Desde el año pasado se ha desacelerado el crecimiento del PIB y es lógico que se traduzca en una ralentización del empleo que en 2018 no llegamos a ver porque el ritmo se mantuvo fuerte”, señala el director de Randstad Research, Valentín Bote.

Merma de la industria

Este fenómeno no solo se produce en España sino en el resto de países del entorno, donde la industria sufre una merma. “Si un motor de la actividad como el sector del automóvil se está frenando en todo el mundo, también se frenan las actividades a su alrededor”, explica el profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Albert Recio, que también señala la interconexión del turismo, que puede derivar en un lastre para la hostelería, líder de la creación de empleo en junio: “Si la economía se detiene en toda Europa, la gente viaja menos; al tiempo que surgen competidores nuevos en el Mediterráneo”.

Dos trabajadores en una obra, uno de los sectores con más empleos para la inmigración / EFE

Dos trabajadores en una obra, uno de los sectores con más empleos para la inmigración / EFE

Otro índice de la confianza del mercado se aprecia en los tipos de contratos. De los más de dos millones que se firmaron el pasado junio, apenas el 10% fueron fijos, frente al 18% de promedio que se registró durante 2018. No obstante, los expertos consideran que no se trata de una anomalía puesto que los temporales siempre son mayoritarios en el análisis mes por mes. Sin embargo, en lo que va de año, se ha dado un descenso del 5,36% en los indefinidos.

Menos alegría en la contratación

“Es una variable que refleja la confianza que el empresario tiene en lo que viene por delante e indica que algo ha cambiado con respecto a hace seis meses, cuando había más alegría a la hora de contratar”, explica Bote sobre la mayor tasa de temporalidad.

Así las cosas, los sindicatos CCOO y UGT han leído los datos de junio en clave crítica, remarcando que el mercado laboral continua generando empleo de baja calidad y que, en muchos casos, ni siquiera dura toda la temporada de verano. Más positivos se muestran desde la patronal de pequeñas y medianas empresas de Cataluña Pimec, que remarcan que se sigue creando empleo y el paro baja, aunque “la tasa no es tan alta como en años anteriores”.

El papel del salario mínimo

Un punto en el que existen discrepancias entre los expertos se encuentra en la subida del salario mínimo a 900 euros. Para Recio no existe ninguna relación entre ese incremento y la bajada del empleo, al tiempo que asegura que se trata de un discurso abonado por las “élites económicas como el Banco de España”. Diferente es el análisis de Bote que asegura que la ralentización de la contratación durante los últimos seis meses está ligado: “Hay una correlación que indica que en las provincias con salarios más bajos, la caída de la contratación indefinida ha sido más acusada”.

Ahora bien, aún resulta pronto para saber si la ralentización del mercado de trabajo es el fin de un ciclo expansivo o no. “¿Va a suponer un cambio de tendencia? Aún no está muy claro, habrá que esperar un mes o dos para saberlo, pero el dato de junio ha sido malo por que el paro, en términos desestabilizados, subió”, sentencia Bote.