A ocho años vista de que en 2027 finalice su mandato de liquidación de activos financieros e inmobiliarios que le fueron traspasados en 2012, en el marco del plan de rescate de España, la Sareb plantea una nueva vuelta de tuerca para tratar de reducir esa deuda de 34.000 millones. De no devolverse, será el Estado el que afronte el cargo como avalista.
Un nuevo órdago que pasa por la constitución de la promotora Árqura Homes, a la que la sociedad presidida por Jaime Echegoyen ha traspasado terrenos y promociones en curso valorados en 811 millones de euros.
Desglose de activos
El 56% de esta cartera corresponde a algo más de dos millones de metros cuadrados de suelos, tanto en desarrollo como listos para edificar previa obtención de la licencia. Otro 41% son promociones en curso y el 3% restante se trata de proyectos paralizados.
Aunque, en un principio, el objetivo de Sareb pasaba por transferir estos activos a una sociedad cotizada o con planes de salir a Bolsa, finalmente la marcha atrás de Aedas y Vía Célere determinó que solo quedara Aelca como única promotora interesada para hacerse cargo de la gestión de estos activos.
Aelca, socio y gestor
De esta manera, la sociedad controlada por el fondo estadounidense Värde, además de cobrar la comisión de gestión correspondiente, asumirá el 10% de la nueva promotora, que se articula como un Fondo de Activos Bancarios (FAB), figura societaria, similar a un fondo de inversión, que fue creada ex profeso para la Sareb.
Los números que echa el banco malo con esta operación pasan por poner en el mercado, en los próximos ocho años, más de 17.000 viviendas a un precio medio de unos 225.000 euros, con el objetivo de obtener por su venta unos 4.000 millones.
Reducción del 6% de la actual deuda
Importe bruto que se quedaría en un neto aproximado de 2.000 millones tras descontar el coste que acarrea la promoción de las viviendas. Inversión que llegaría de financiación ajena o de fondos propios de la propia Sareb, o de una mezcla de ambas vías. Con ese dinero, Sareb reduciría en un 6% su actual deuda de 34.000 millones.
Árqura ha iniciado su andadura en el mercado inmobiliario español con once promociones ya en marcha, con 731 viviendas. Tres de ellas (en Granada, Badalona y Vigo), con casi 200 casas, se entregarán entre finales de 2019 y principios de 2020. La construcción de la mayoría de las viviendas se producirá entre 2021 y 2022 para ser entregadas en 2024.
Cierta indefinición del ciclo inmobiliario
El movimiento de Sareb llega en un momento de cierta indefinición del ciclo inmobiliario, que ha obligado a cotizadas como Neinor, Metrovacesa o Quabit a reconocer que sus iniciales ambiciosos planes de entrega de viviendas no se podían cumplir en los plazos previstos, por una demanda que no ha resultado tan robusta como se esperaba y, también, por los retrasos en la obtención de licencias de edificación.
No obstante, desde el banco malo confían en que la nueva estrategia dé sus frutos al tratarse de una operación a largo plazo que, según Echegoyen, resultará perfectamente asumible por el mercado, incluso en circunstancias adversas puntuales de cierta desaceleración que pudieran producirse.
Se venden más viviendas nuevas
Detrás de ese optimismo, los responsables del banco malo acaban de recibir los últimos datos de compraventas de obra nueva correspondientes al primer trimestre de 2019, en los que el Instituto Nacional de Estadística (INE) viene a certificar cómo las ventas de casas nuevas se ha incrementado el 7,4% interanual, hasta casi 12.300 unidades vendidas.
El 60% de las viviendas de Árqura se construirá en Andalucía, Madrid y Cataluña. En Andalucía serán casi 6.400 las casas a promover con una inversión de 916 millones, mientras que Cataluña sumará cerca de 2.000 viviendas que requerirán de un aporte de 245 millones, y Madrid otras 1.600 para las que está previsto invertir 168 millones de euros.