Glovo ha encajado hoy jueves una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona por un puñado de presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores. La start up de reparto que comandan Oscar Pierre y Sacha Michaud ha visto como UGT ha llevado la muerte del repartidor Pujan Koirala al ministerio público por la comisión, a su entender, de tipos penales contra los derechos de los empleados.
El sindicato es el primer ente que acude a la vía penal al considerar que Glovo ha incurrido en vulneración del artículo 311.1 del Código Penal, que castiga la imposición de condiciones laborales que "perjudican, suprimen y restringen los derechos que tienen reconocidos por las disposiciones legales" los trabajadores mediante "mediante engaño o abuso de situación de necesidad". Asimismo, ha comunicado la agrupación a la autoridad laboral que la empresa tecnológica emplea a varios miles de trabajadores "sin comunicar su alta en el Régimen General de la Seguridad Social" y sin la correspondiente autorización de trabajo. Ello, a su vez, quebranta el artículo 316 del Código Penal español.
"Sin prevención de riesgos"
Considera UGT que Glovo, además, infringe la normativa vigente al "no facilitar los medios necesarios para que los riders o repartidores ejerzan su actividad" con las "medidas de seguridad e higiene adecuadas". Ello conlleva que los mensajeros "pongan en peligro su vida, salud e integridad física". Esta infracción colisionaría directamente con el artículo 316 del Código Penal, en opinión del sindicato que dirige Camil Ros en Cataluña.
Precisamente hoy, el colectivo RidersXDerechos ha denunciado la "presión" a la que están sometidos los repartidores por parte de la start up. Asegura Núria Soto, portavoz del colectivo, que Glovo les baja la puntuación si no se apresuran con sus pedidos, aunque la meteorología sea adversa. "A mí me llegaron a rebajar el score porque era demasiado lenta en una semana en la que llovía a cántaros. Que nadie se extrañe, pues, si riders como Pujan Koirala se saltan semáforos"
"Necesidad social"
En su escrito, UGT se hace eco de la situación de repartidores como Pujan, que trabajaba repartiendo con Glovo ilegalmente, con la cuenta cedida por un compatriota. "Muchas de estas personas se encuentran en una situación de necesidad social y de precariedad extrema en sus condiciones de trabajo, al percibir salarios que no alcanzan el mínimo interprofesional y realizar jornadas laborales extenuantes y a destajo".
Asimismo, subraya el sindicato que Pujan, que falleció en el acto tras ser embestido por un camión de la basura en Barcelona el sábado, "trabajaba ilegalmente", una irregularidad que Glovo "debería haber conocido, ya que cuenta con los medios tecnológicos para ello". Por ello, pide la agrupación que Fiscalía inicie diligencias de investigación o traslade el caso a la instancia judicial correspondiente.