Foment del Treball ha tardado tan sólo unas horas en responder a la petición de Pimec de llegar a un pacto para repartirse las seis sillas del pleno de la Cámara de Comercio de Barcelona, una iniciativa que la patronal de pymes atribuye a la candidatura liderada por Enric Crous. La organización presidida por Josep Sánchez Llibre ha hecho bandera de su “neutralidad absoluta”.
En otro comunicado público ha asegurado su “absoluto respeto a las candidaturas” que concurren a las elecciones que se prolongarán hasta el próximo 8 de mayo. Por lo que considera que no es el momento de hablar de quién se debe proponer para las seis sillas del plenario que están reservadas a las organizaciones patronales que, a diferencia de la cámara de Barcelona, no son de derecho público.
Intento de acuerdo anterior
“La neutralidad es la posición más adecuada ante las elecciones”, añade, “y más cuando ya se ha abierto el plazo establecido para efectuar el voto”.
Foment también recuerda que “meses atrás” ya se intentó dar forma a una candidatura única para configurar esta lista “y no fue posible”. Esta iniciativa se impulsó antes del gran pacto entre patronales en Cataluña, el acuerdo por la representatividad que enterraba un conflicto que duró casi dos décadas.
Movimiento electoralista
El empresariado catalán daba por sentado que Sánchez Llibre y su homólogo en Pimec, Josep González, también podrían llegar a un pacto para definir la lista de seis nombres de la Cámara de Barcelona y el resto de organizaciones de dinamización empresarial territorial, ya que en Cataluña son 13. Pero no se había abordado el debate hasta el momento.
Ahora, la patronal de pymes lo aborda con un movimiento electoralista para propiciar que Crous y Josep María Torres, su representante, se cuelguen una medalla en plenos comicios. La gran patronal catalana ha dado un portazo a esta intención.