"Jordi Valmaña fue un déspota que tiene que pagar su chapuza"
Las familias afectadas por el hundimiento de nichos en Montjuïc piden que el director general de Cementiris de Barcelona "no se prejubile" sin aclarar dónde están sus allegados
17 abril, 2019 00:00"Jordi Valmaña fue un déspota que tiene que pagar judicialmente su gestión". Estas son exactamente las palabras que usa Cristina García para describir al director general de Cementiris de Barcelona (Cbsa), quien ha sido fulminado y prejubilado al frente de la empresa municipal por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. García esgrime motivos de peso: vio como los restos de su fallecido padre se perdían en el hundimiento de 144 nichos de septiembre de 2017. Hasta ahora, no se han recuperado.
La ciudadana critica el talante "despótico" de Valmaña y lanza un mensaje al Ayuntamiento de Barcelona. "Espero que el nuevo gerente tenga más sensibilidad", razona. García recuerda que Cbsa aún no ha identificado el cuerpo de su padre --"no sé si el que está enterrado en Montjuïc es mi padre"--, ya que los test de ADN fueron, en su caso, "inconcluyentes". A ello se le suma otro drama. "El pasado año murió mi tía. Pues bien, la enterramos en Montjuïc. Pero no sabemos si el nicho en el que descansa lo comparte con mi padre o con otra persona", lamenta esta vecina.
"Llevan un año y medio y estamos como el primer día"
Otra de las ciudadanas afectadas por el derrumbe, Núria Miñana, se suma también a las tesis de García. "Llevamos un año y medio --concretamente, un año y ocho meses-- desde el siniestro y estamos como el primer día. Se han hecho análisis de ADN y no han sido concluyentes. El Ayuntamiento de Barcelona sigue sin dirigirse a nosotros", critica la ciudadana. "Por no hacer no es que no hayan identificado todos los restos cadavéricos. ¡Es que ni han reconstruido el bloque de nichos! Que no nos engañen, hombre: hoy en día hay nichos de plástico. Se elevan en un fin de semana. Se piensan que nos toman el pelo", agrega muy crítica.
Jordi Valmaña (d), director general de Cementiris de Barcelona, firmando un convenio / CG
Pone Miñana tres deberes al nuevo consejero delegado de la empresa municipal de camposantos. "Reconstrucción. Restitución e identificación. Son tres palabras y, a la vez, tres tareas que Cementiris de Barcelona no ha atinado a acometer en 18 meses. Que el nuevo máximo directivo se ponga las pilas y dé un acelerón al tema, que estamos como el primer día", avisa. Coincide con ella García. "A mí me dijeron que la filtración de agua hacía difícil identificar a mi padre. Pero, ¿y los esqueletos que recogen del fondo de lagos y mares? Hay casos en los que pueden sacar el ADN. No me lo explico", admite. Hay una cuarta tarea en la que coinciden esta última ciudadana y Miñana. "Que se ofrezca un trato digno a las familias, de quien han pasado todo este tiempo. Que conteste a las preguntas. ¿Quién está inhumado realmente en los nichos recolocados? Por qué cambiaron los féretros por otras cajas más baratas?", pregunta García.
Valmaña se va prejubilado
Las peticiones de las dos afectadas llegan un día después en el que se conoce que Jordi Valmaña, director general de Cementiris de Barcelona, ha sido fulminado por el gobierno municipal de Ada Colau. Se prejubilará de forma forzosa el próximo 31 de mayo sin haber resuelto la tragedia de Montjuïc. En su lugar ha sido designado un directivo de Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), el conglomerado municipal de empresas. En otras palabras: el actual gerente de Cementiris dejará el cargo sin haber conseguido identificar a todos y cada uno de los 350 cadáveres que resultaron afectados por el hundimiento de 144 nichos en el Cementerio de Montjuïc en septiembre de 2017.
Además de ello, Valmaña, independentista de perfil convergente, dejará una gestión más que cuestionable al frente de la sociedad pública. Fue señalado por los contratos a dedo a la empresa en la que trabajaba su hijo, amén de un contrato marco de compra de urnas a la misma compañía. Ello significó que el directivo incumplió el código anticorrupción de Cbsa. Además de este lunar, el alto cargo ha dejado otro lío sin resolver. Impulsó una funeraria municipal en Barcelona junto al concejal de Presidencia, Eloi Badia. No obstante, la oposición municipal la rechazó en hasta cuatro ocasiones. El expediente quedó varado en comisión municipal y no llegó a aprobarse en el pleno.