La empresa gerundense Incatis, propiedad de Josep Maria Matamala Alsina, declaró oficialmente en los últimos cinco años un volumen de negocio de 3,7 millones de euros.
Los ingresos experimentan un crecimiento sostenido en dicho periodo: 456.000 euros en 2013, 546.000 en 2014, 860.000 en 2015, 787.000 en 2016 y 1,1 millones en 2017, último año del que se han publicado datos.
Beneficios acumulados
Incatis saldó todos los ejercicios con resultados positivos, aunque de pequeña cuantía. En conjunto, las ganancias netas del quinquenio suman 161.000 euros, una vez pagado el sueldo de los diez empleados que la empresa tiene en nómina, entre ellos el propio Matamala y su hija Neus Matamala López, que ejerce de coordinadora de proyectos y gestora de las redes sociales de Incatis.
La práctica totalidad de los ingresos de Incatis procede de su participación en las ferias alimentarias Fòrum Gastronòmic, que se convocan anualmente en Barcelona, Girona y La Coruña.
Gestión deficiente
Crónica Global informó el pasado 17 de marzo de que Fòrum Gastronòmic ha prescindido de forma fulminante de los servicios de Incatis por “razones mercantiles o empresariales, como pudieran ser graves deficiencias en el cumplimiento de las tareas”.
Fòrum rechaza que dicha decisión se deba a condicionantes de orden político o ideológico. Sin embargo, a nadie se le escapa el daño a la reputación que acarrea contar con los servicios de un individuo como Matamala, pues es encubridor de un prófugo de la justicia, que, además, encabezó el golpe separatista de octubre de 2017.
Futuro amenazado
Incatis formaba parte de Fòrum Gastronòmic desde 2007 y ha vivido de la cifra de negocio que le reportaba esa manifestación ferial. Las ventas de Incatis en 2018 todavía no notarán su expulsión de la feria, porque las facturas de los tres eventos ya están giradas y cobradas, pero a partir de 2019 sus cuentas van a sufrir un serio deterioro por la pérdida de ingresos que ello supone.
Cosa distinta son los haberes del propio Matamala. En efecto, tres días después de que Crónica Global avanzara la súbita rescisión del contrato de Incatis, Carles Puigdemont anunciaba que enchufa a su paniaguado como número uno de la lista de Junts per Catalunya para el Senado por Girona. Si sale elegido, Matamala se embolsará unos emolumentos mínimos de 2.813 euros mensuales.
Camaradas y socios
Josep Maria Matamala, Jami para los amigos, acompaña a Puigdemont desde que este se instaló en la mansión de Waterloo. Es un misterio quién corre con el elevado alquiler del caserón.
Matamala y Puigdemont no son solamente amigos. También han sido socios. Hasta 2005, ambos compartieron las máximas funciones ejecutivas en Incatis, en calidad de consejeros delegados solidarios.
Si Matamala vuelve a pisar territorio nacional, se enfrenta a una más que probable detención. El pasado enero, la Audiencia Nacional ordenó al juez Diego de Egea la reapertura de la causa contra todos los acólitos que secundan al expresidente catalán exiliado: el propio Matamala, el historiador Josep Lluís Alay y los dos agentes de los Mossos d’Esquadra que lo escoltan desde que desapareció de España oculto en el maletero de un automóvil.
Con tal resolución, la sección 3ª de la Audiencia Nacional vino a estimar el recurso interpuesto por la Fiscalía contra el sobreseimiento que había decretado el juez instructor.
Delito de encubrimiento
El tribunal de la Audiencia Nacional considera que todos los investigados eran sabedores de la condición de desertor de la justicia cuando lo auxiliaron en su periplo por Europa, que le condujo desde Estocolmo (Suecia) hasta Alemania.
En este último país, la policía apresó a Puigdemont en marzo de 2018, en cumplimiento de una euroorden cursada por el juez instructor del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
El magistrado De Egea levantó la imputación arguyendo que los seguidores del expresidente catalán ignoraban que se había reactivado la euroorden. El ministerio público recurrió tal medida.
Huir de la justicia
En el auto de la sala, ésta afirmaba: "La situación de huido de la justicia española tuvo que ser conocida por todos los investigados en la causa”. Por tal motivo, en esta fase procesal la actuación de los cuatro miembros del cortejo del expresidente presenta “indicios suficientes de la comisión del delito de encubrimiento imputado”.
A mayor abundamiento, la Audiencia Nacional destacó “el inusual trayecto que se prestaron a realizar todos los investigados” desde Estocolmo, indicativo “de la finalidad que perseguían: dificultar la posible captura del señor Puigdemont a su regreso a Bélgica”.
“Es difícil imaginar otro motivo para realizar un viaje tan prolongado, incómodo e incluso arriesgado, cuando estaban a la disposición de todos ellos sistemas más rápidos, cómodos y seguros”, apostilló la sala de la Audiencia Nacional.