Se acabaron las tretas. La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) vigila de cerca al Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para evitar nuevas añagazas en la contratación pública. La última muestra, el concurso de 300 millones del autobús interurbano del Baix Llobregat, que ha recurrido por "restringir la competencia".
Habrá más. El fiscalizador de la libre competencia ha puesto el ojo sobre la institución que preside Ada Colau y no lo quitará, al menos por un tiempo. "Está controlando la contratación, pues obran en su poder indicios de malas prácticas en diversas contrataciones, especialmente en lo que atañe al transporte", han explicado fuentes conocedoras. Por su parte, la portavocía del prensa del AMB se ha limitado a indicar que "habrá respuesta" al recurso contra el concurso del Baix Llobregat y que el caso "no guarda relación alguna con el expediente del Aerobús".
"Son unos incapaces"
Cualquiera que fuere la versión del AMB, lo cierto es que se acabó la manga ancha. Voces cercanas al departamento de contratación del ente supramunicipal, donde están representados Barcelona y 35 otros municipios, han insistido en que Competencia habría detectado que las lucrativas adjudicaciones de transporte se cerraban a la competencia, aunque otros operadores "pudieran ofrecer un buen servicio y mejor precio de los que hoy lo realizan".
Parada del Aerobús en la plaza de Cataluña; el concurso del bus lanzadera está siendo investigado / CG
Destacan también las fuentes consultadas que "el Área Metropolitana nunca demostró tanta incapacidad y orientación a poner trabas a la competencia". Si se examinaran los expedientes de los últimos 20 años se vería que "los mismos, afines a algunos partidos políticos, se han repartido el pastel".
Tres reveses
Dicha interpretación está por demostrar. Lo factual, de momento, es que Competencia ha propinado un revés esta semana al servicio de transporte interurbano entre Barcelona y Sant Boi de Llobregat; Sant Joan Despí; Cornellà de Llobregat y la capital comarcal, Sant Feliu de Llobregat. La contrata tiene un valor nada despreciable: 316 millones de euros. Previo a ello, el AMB suspendió el concurso el viernes, 22 de febrero, porque un licitador acudió al Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP). "El recurso se interpuso el 9 de enero. ¿Por qué han tardado un mes y medio en pararlo?", lamentan las fuentes consultadas.
Hay más. Se prevé que en los próximos días haya novedades del concurso del Aerobús (90 millones más), que el ente supramunicipal detuvo en diciembre de 2018 después de que Competencia iniciara pesquisas por la existencia de un posible cártel de empresas. Es una práctica contraria a la ley. Las voces consultadas manifiestan que los indicios son tan concluyentes que se esperan fuertes multas para las empresas investigadas: las que forman la empresa mixta Serveis Generals de Mobilitat i Transport (SGMT): Moventia, Tusgsal y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).