El Gobierno del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) formalizará en el consejo del 29 de enero el acuerdo que ha alcanzado con la empresa mixta que gestiona el agua en la zona para fijar la tarifa a dos años vista. El pacto contempla congelar el precio del servicio para el ejercicio en curso y aplicar una reducción del 3,9% en 2020.
El impacto en la factura final será mucho menor, ya que el consumidor no paga solo el consumo. El recibo incluye otros impuestos metropolitanos como el coste de la recogida de residuos, el llamado TMTR; la tasa de las cloacas o el canon general del servicio que recauda la Administración. Con todo, supone una diferencia con la propuesta que se planteó desde Aigües de Barcelona a finales de noviembre. En ese momento pidió un incremento del 4,1%.
AMB y empresa mixta
"La empresa ha rectificado", ha aplaudido el vicepresidente de Medio Ambiente del AMB, Eloi Badia. Valora de forma muy positiva el cambio, aunque advierte de que BComú lo considera "insuficiente" y que considera que la empresa puede ir más allá en la rebaja que aplicará en 2020.
Los portavoces de la sociedad mixta --Agbar (70%), Criteria (15%) y AMB (15%)-- explican que se ha llegado a un pacto a raíz un encuentro con los responsables municipales previo a las vacaciones de Navidad. Disponían de tiempo hasta el 17 de enero para presentar una propuesta revisada de las tarifas y así lo han hecho. Señalan que han dado forma a una iniciativa que les obligará a ser más eficientes en la gestión y remarcan la "estabilidad" que aportará en los próximos dos años.
Cambio de tercio en la relación
Más allá del intercambio de declaraciones, el pacto en las tarifas representa un cambio de tercio en las relaciones entre la vicepresidencia de Medio Ambiente y la empresa mixta. El partido de Ada Colau llegó a la alcaldía de Barcelona y a la presidencia del AMB con la promesa de pasar a titularidad pública el servicio del agua. Esto ha generado un corolario de desencuentros con la actual adjudicataria, más allá de los estudios encargados para buscar la fórmula legal que le permitiera rescindir el contrato.
La pugna se ha dado en varios capítulos y uno de ellos era el de las tarifas. El último plan quinquenal de la empresa mixta, el documento que fija el coste del servicio y las inversiones extraordinarias que se esperan a cinco años vista, venció el pasado 31 de diciembre. Su renovación no fue automática como ocurre en la mayoría de concesiones si no ha existido ningún suceso que propicie una contingencia presupuestaria.
Debate del acuerdo marco
Badia intentó eliminar el plan quinquenal a principios de 2018 pero el cruce de alegaciones y la posición del resto de partidos metropolitanos mutó esta política en la puesta en marcha de una comisión de trabajo para desarrollar el acuerdo marco que estará vigente entre 2019 y 2024. Se reunió en el momento de su creación, en septiembre, y estuvo parada hasta finales de año. Fuentes metropolitanas explican que este espacio de diálogo ha sido clave para cerrar el pacto actual.
Esperan que la negociación --que aún está viva-- llegue a buen puerto en el corto plazo para zanjar la cuestión. Todo ello, con la presión de las próximas elecciones municipales de mayo. Badia y su equipo disponen de poco más de cuatro meses para definir el coste del agua y las inversiones previstas en Barcelona y su ámbito de influencia hasta 2024.