La dirección de Caixabank ha informado este jueves que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció a principios de mes afectará a 2.157 trabajadores. Amortizará algo más del 7% del empleo del grupo en España en el plan de cierre de 821 oficinas. Aunque, por el momento, se han planteado 793 cierres.
Según la información que ha trasladado a los trabajadores, el grueso de los despidos se darán en la red de oficinas. Amortizarán 1.913 empleos de esta parte de actividad y otros 244 de las sucursales, la llamada red de apoyo. No se aplicarán recortes entre los empleados de las provincias de Barcelona y Teruel, tampoco en los servicios centrales.
Nuevo modelo de atención
Los sindicatos del grupo esperaban las cifras del nuevo ajuste de personal desde noviembre, cuando se presentó el nuevo plan estratégico de Caixabank. El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, anunció en ese momento que para ser eficiente se debía reducir la presencia del grupo en oficinas, ya que se aplica un nuevo modelo de atención a los clientes con centros más especializados y más grandes, las llamadas Store que cada vez estarán más presentes en áreas urbanas, y con la apuesta por los llamados gestores on line, los llamados trabajadores In Touch. Se quiere pasar de los 900 a las 2.000 personas con este perfil en el grupo financiero.
Se trata de ajustar la estructura del banco a las nuevas realidades del sector. Las transacciones desde dispositivos móviles son cada vez más habituales y se han reducido la atención en oficinas. De hecho, la mayoría de las visitas que se hacen allí es para usar los cajeros automáticos. La dirección de Caixabank ha explicado que este escenario propicia que muevan ficha.
Pertenden llegar a las 700 store y a los 100 business bank, y mantener el modelo de oficina tradicional en las zonas rurales en las que sea rentable.
Salidas no traumáticas
La cúpula del banco presidido por Jordi Gual ha dejado claro que tiene la intención de llegar a un acuerdo con los sindicatos mayoritarios. Se intentará repetir las fórmulas que se han aplicado en ajustes de personal anteriores, cuando se han evitado las salidas traumáticas.
La negociación se abrió el 10 de enero, pero hasta este jueves no se ha puesto una cifra de despidos sobre la mesa en una reunión que ha tenido lugar en Madrid. CCOO y UGT también deberán negociar con los representantes de la dirección de Caixbank otros cambios que se quieren aplicar en la estructura de la entidad para actualizarse.
Otras materias de negociación
Entre ellos, un cambio en los horarios que tradicionalmente se han aplicado en las entidades bancarias. Se pretende ampliar el horario en la temporada de invierno (de septiembre a junio) para añadir dos tardes de atención al público e implementar horarios flexibles a los gestores para que trabajen más tardes, tal y como explican fuentes sindicales.
La actual prioridad de los sindicatos es pactar prejubilaciones y salidas incentivadas con las mejores condiciones económicas posibles.