Los más de 107.000 visitantes que se prevén atraer a la próxima edición del Mobile World Congress (MWC) se quedarán sin poder acceder a uno de los principales establecimientos del sector en Barcelona, la flagship store de Apple. El gigante capitaneado por Tim Cook cerrará la tienda de plaza Cataluña en los días en que durará el evento, del 25 al 28 de febrero.

La clausura en estas fechas coincidirá con el proyecto de renovación del establecimiento. Fuentes conocedoras de la rehabilitación aseguran que las obras se deberían iniciar antes de que concluya el primer trimestre, hecho que chocaría con el calendario del principal encuentro de las tecnologías móviles en Europa.

Apple ‘pasa’ de los congresos tecnológicos

Cabe tener en cuenta que los de Palo Alto se han desentendido históricamente de congresos como el que organiza GSMA. La política que siguen es la de organizar sus propios eventos multitudinarios, sin compartir espacio (y protagonismo) con otras empresas del sector en aras de la exclusividad que quieren dar a la marca.

Ni siquiera tienen presencia en el CES de Las Vegas que se celebra esta semana en la ciudad estadounidense. Aunque no han pasado del todo del congreso internacional. Apple ha contratado una lona publicitaria que asegura que Lo que ocurre en tu iPhone, se queda en tu iPhone. Toda una declaración de intenciones ante el debate sobre la privacidad de datos de los usuarios que se mantiene en el sector.

Rehabilitación

En cuanto a la tienda de Barcelona que se renovará, los mismos interlocutores señalan que se adaptará el espacio a los nuevos modelos comerciales que se imponen en el grupo. Será similar al store que se inauguró el verano pasado en Milán.

Además de permitir comprar alguno de los dispositivos del grupo, también se organizan de forma recurrente sesiones gratuitas para que los clientes puedan aprender a usar de forma más efectiva estos productos y se reserva un espacio para otros actos con un perfil incluso más social.

Nuevo modelo comercial

Se supera de esta forma el diseño de tiendas que ha imperado hasta la fecha. Concebirlas como un simple espacio para la venta o como un escaparate del producto y la marca, la base de las llamadas flagship. Apple va un paso más allá y apuesta por una tienda que pretende ser un punto de encuentro recurrente en cualquier ciudad donde, además, se vendan productos de su firma.

En la capital catalana se puede encontrar un primer ejemplo de establecimientos que apuestan por este perfil. Se trata del ImaginCafe, el espacio impulsado por Caixabank que se encuentra precisamente a pocos metros de la tienda que Apple renovará en este 2019.