El Gobierno catalán ha fulminado la huelga del Metro de Barcelona para Fin de Año y la Noche de Reyes. La Generalitat de Cataluña ha salvado la cara a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al decretar servicios mínimos del 95% en los paros de los vigilantes de seguridad del suburbano para el último día del año y la Noche de Reyes.
Según el escrito de la Consejería catalana de Trabajo publicado el 21 de diciembre, la práctica totalidad de los 700 vigilantes de seguridad de la red de transporte deberán trabajar el día 31 de diciembre y el 5 de enero por dos motivos. Por un lado, el departamento que comanda Chakir El Homrani recuerda que los Mossos d'Esquadra han declarado un "nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista". En este sentido, agrega que los guardias ofrecen un "servicio complementario y subordinado" a los cuerpos y fuerzas de seguridad frente a la amenaza terrorista. Por otro lado, alega el departamento de El Homrani (ERC) que los dos días de huelga --el 31 de diciembre y el 5 de enero-- son "una de las noches más conflictivas del año" y otra en la que "se mueve un gran número de usuarios especialmente sensible, como gente mayor y niños".
Salva la cara a Ada Colau
Con el decreto de servicios mínimos de la huelga del Metro de Fin de Año, el Govern salva de paso la cara a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La primera edil y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) había pasado de los paros convocados por ADN Sindical y SPS en contra de las agresiones a los vigilantes. Colau, en calidad de máxima responsable del AMB, no había velado para que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), la empresa participada al 100% por la administración supramunicipal, acudiera a la reunión de mediación. Preguntada por este medio, TMB contestó que "no había sido convocada". Era una media verdad, pues TMB conocía la reunión de mediación de la protesta.
Agresión a un vigilante de seguridad en el Metro de Barcelona, el motivo de la huelga / CG
Ahora, la Consejería catalana de Trabajo sale al rescate de la AMB y TMB, su empresa metropolitana de transporte. Con el decreto de servicios mínimos, reduce al mínimo el impacto de los paros de los vigilantes, que iban a afectar a uno de los días más conflictos del año en el suburbano --Nochevieja-- y uno de los días con más validaciones y problemas de hurtos, la Noche de Reyes.
Los sindicatos apelan
La solución, no obstante, no ha gustado a los convocantes de la huelga del Metro de Barcelona. Han apelado la resolución del Departamento de Trabajo alegando que los servicios mínimos son "desproporcionados y vulneran el derecho a la huelga". Agrega la parte social que corresponde a los profesionales "la vigilancia y protección de las personas, no así la de bienes, instalaciones y tres, controles antifraude y normativa de uso de las instalaciones". Ello supone apenas el 50% de la carga de trabajo del personal, lo que no justificaría, según ellos, los elevados servicios mínimos. Recuerdan además que protestas anteriores en "infraestructuras críticas como puertos, aeropuertos o ferrocarriles" han tenido servicios mínimos más bajos y que su trabajo "complementario" de detección terrorista "no justifica" el decreto de la Consejería.
Cabe recordar que los vigilantes de seguridad del Metro de Barcelona protestan por las continuas agresiones que sufren por parte de pasajeros con actitud vandálica. Exigen a TMB que prohíba las patrullas de un solo vigilante, que realice un análisis de seguridad e implemente sus resultados, que aumente el número de guardias en los controles antifraude, que elabore un mapa de los puntos calientes de ataques y que se lleven a cabo dispositivos conjuntos con la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra. TMB se ha negado a todo ello, hasta ahora.