Lo que venía siendo un secreto a voces en el sector aceitero se acaba de confirmar. El gigante del ramo Dcoop, liderado por Antonio Luque, está vendiendo su aceite con pérdidas cuantiosas.
Tal práctica, conocida como dumping, es ilícita, pues revela en la empresa que la realiza, la intención de acaparar el mercado con menoscabo de los derechos de sus competidores. Ello puede originar, en fases ulteriores, que las empresas que rivalizan en buena lid queden expulsadas del mercado y se erija un monopolio puro y duro.
Un 3x2 insostenible
En plena campaña prenavideña, cuando los consumidores se fijan menos en los precios, Dcoop se ha retratado de cuerpo entero. Lo ha hecho con una promoción que acaba de lanzar en la red de supermercados Carrefour, segunda en importancia del mercado español.
La oferta señala que en la cadena francesa se puede comprar un litro de aceite de oliva virgen extra de Dcoop por 4,79 euros. Pero si se adquieren tres botellas de un litro, se oferta el clásico 3x2, con lo que cada litro se expende por 3,19 euros.
Márgenes inexistentes
Con semejante precio, Dcoop no puede obtener margen alguno, por lo que estaría incurriendo en pérdidas. Esto es así porque el llamado precio “pool red”, es decir, el resultante de la media ponderada de las operaciones de compraventa que se realizan entre las almazaras y las comercializadoras, está establecido actualmente en 3 euros.
A ello se han de añadir los inevitables costes de transporte, embotellado y comercialización, más el también insoslayable margen de las cadenas distribuidoras. Contabilizados todos esos costes y teniendo en cuenta el precio “pool red”, es del todo imposible que una empresa pueda vender a 3,19 euros el litro.
Oferta masiva
“Dcoop está destrozando el mercado aceitero mediante un dumping descarado”, señala una fuente del sector oleaginoso. “Además, efectúa su insostenible oferta justo en la campaña prenavideña, cuando los consumidores están predispuestos a pagar algo más por los productos y no prestan tanta atención al nivel del precio. Si Dcoop hace esto ahora, no nos queremos imaginar los precios a los que puede llegar en la cuesta de enero”.
La oferta de Dcoop reviste, además, un alcance mayúsculo, pues está utilizando la red de supermercados de Carrefour, que es la segunda más extensa de España después de Mercadona. La cadena de origen francés posee una cuota de mercado del 8,5%, empatada con Dia.
Las prácticas anticompetitivas descritas sobrevienen después de que la consultora de mercado Nielsen revelase que en los primeros meses de 2018 Dcoop estaba vendiendo sus óleos un euro por debajo de los precios de 2017, siendo así que el resto de las marcas solamente han podido recortalos unos pocos céntimos.
Precios irreales
Al cierre de 2017, el precio del aceite virgen extra de Dcoop se situaba en 4,91 euros. Tres meses después, en el primer trimestre de 2018, se había desplomado a 3,93. Con la última vuelta de tuerca realizada en Carrefour, se hunde hasta los 3,19 euros.
En la primera mitad del año en curso, las marcas de distribución o marcas blancas bajaron sus precios 17 céntimos; las conocidas como marcas de fabricante, 34 céntimos; y Dcoop, 88 céntimos, según los datos de Nielsen.
Apaños contables
Del dumping de Dcoop se van a derivar, sin duda alguna, drásticas repercusiones en su propia cuenta de explotación. Tal como Crónica Global informó, el beneficio contable de Dcoop se situó el año pasado en la cifra de 3,7 millones, gracias a determinados apaños de ingeniería financiera. Sin ellos, las cuentas entrarían directamente en números rojos.
La contabilidad creativa de la empresa, encabezada por Antonio Luque, se puso en marcha a raíz de la compra de la compañía estadounidense Pompeian, cuando Dcoop aumentó su participación del 20% al 50%. En la operación intervinieron pagos en efectivo y en especie. Dcoop desembolsó 31 millones y en paralelo traspasó a Pompeian el 50% de su filial Mercaóleo, que a estos efectos se tasó en 14 millones.
Exprimir a sus cooperativistas
Como quiera que Dcoop valoraba en libros Mercaóleo a un precio inferior, se apuntó un ingreso financiero simplemente contable de 3,6 millones. Además, el auditor subraya que dicho movimiento se ejecutó con una empresa como Pompeian que se encuentra en pérdidas, por lo que debería dotarse una provisión, que Dcoop no ha constituido.
Otro mecanismo de ingeniería financiera de Dcoop consiste en utilizar a sus propios cooperativistas como financiadores forzosos de sus actividades, con el consiguiente ahorro de costes en concepto de intereses.
En un solo año, el ejercicio 2017, las deudas con sus cooperativistas crecieron en 50 millones. Ello significa que Dcoop se está ahorrando unos 2 millones de gastos financieros, que desplaza directamente a sus comuneros.
Por si todo esto fuera poco, Dcoop inyectó directamente a su cuenta de resultados dos partidas, una de 445.000 euros de subvenciones agrícolas a fondo perdido, y otra de 1,1 millones de subvenciones a su inmovilizado material.