La empresa de cava Gramona apuesta por las nuevas generaciones para potenciar la innovación
Dos miembros de la sexta generación familiar se incorporan a la compañía, que busca expandir su modelo de negocio con una bodega experimental
15 noviembre, 2018 08:34La empresa familiar de cava Gramona se ha puesto manos a la obra para ofrecer nuevos productos y mejorar su competitividad. Y lo hace, una vez más, apostando y ampliando la representación de la familia gracias a las nuevas generaciones.
La bodega de espumoso de gama alta ha incorporado en su estructura empresarial a Roc y Leo Gramona, dos miembros de la sexta rama del árbol genealógico de los Gramona. A pesar de su juventud (24 y 28 años, respectivamente), entran en la empresa con importantes responsabilidades, enfocadas mayoritariamente a la innovación tanto en el producto como en el área de gestión y comercialización.
Innovación y diferenciación
Leo Gramona, el más joven de los dos primos segundos, será el responsable de aportar novedades diferenciales en el área de gestión y comercialización. Entra así en el departamento de ventas y marketing que lidera su padre, Xavier Gramona.
Roc Gramona, hijo del máximo responsable de producción de la empresa (Jaume Gramona), entra a la empresa como responsable de Innovación y Desarrollo (I+D). Su conocimiento sobre el mundo de la uva y del vino le ha llevado a encabezar el lanzamiento de un nuevo producto: Incordio. Se trata de un vino experimental, elaborado con la variedad vitícola Incrocio Manzoni.
Roc Gramona con una botella del vino Incordio
Nueva finca para nuevos proyectos
También en el camino de ampliar e innovar en su modelo de negocio, la compañía se ha hecho con un nuevo terreno de 25 hectáreas. Se trata de la finca Can Mota, en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), tierra de viñedos por excelencia. Estas tierras son limítrofes con la propiedad de los Gramona Mas Escorpí, por lo que la familia ampliará sus dominios hasta un total de 85 hectáreas de viñedos.
En la finca se encuentra una antigua masía en el que se invertirán unos tres millones de euros, según informaciones del diario Expansión, para su rehabilitación y adecuación. La idea es transformarla en una estancia que sirva como vivienda familiar y, a su vez, de hotel rural destinado a alojar a los clientes e invitados de la bodega. Además, en Can Mota se instalará un pequeño restaurante y la bodega se habilitará como zona experimental y de innovación de producto.
Protocolo profesional y familiar
La ampliación de la estructura de la bodega Gramona ha conllevado un proceso de refuerzo profesional del negocio. La empresa ha elaborado un protocolo para regular las relaciones entre familia y empresa que ha sido aceptado por las tres generaciones que conviven en la misma. En él se establece un código ético y de buenas prácticas que, entre otros puntos, obliga a las nuevas generaciones a superar una formación adecuada para acceder a un puesto de trabajo en la compañía.
Tanto Leo como Roc Gramona cuentan con estudios superiores, aunque en campos muy diferentes. Roc estudió enología en la universidad Rovira i Virgili y se especializó en poda mediante un máster. Ha trabajado en bodegas tanto españolas (en Jerez) como de otros países (Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estadios Unidos y Francia). Por su parte, Leo es ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y ha trabajado como consultor en SDG Group, especializada en inteligencia de negocio.