La crisis laboral en el sector cárnico por las falsas cooperativas que operan en los mataderos y salas de despiece de todo el país se espera que suba de nivel. El sindicato que promueve las protestas, CCOO, tiene el foco puesto en las grandes superficies, los clientes finales de buena parte de la producción del sector.

Fuentes de la organización de defensa de los trabajadores explican que tienen previsto alegar a la responsabilidad social corporativa de grandes grupos como Mercadona o Eroski, entre otros, para que se impliquen en la crisis que se vive en el sector. La existencia de un ingente número de empleados que en teoría son socios cooperativistas de firmas como Servicarne, una empresa fundada en 1993 que agrupa a 5.000 personas. El problema es que esta masa no se beneficia de ninguna de las condiciones de este tipo de relación laboral. Tanto CCOO como UGT han denunciado ante Inspección de Trabajo situaciones de casi explotación que han acabado con sanciones.

Mesa tripartita con el Gobierno

El Gobierno ha movido ficha ante la polémica. Ha convocado una mesa tripartita con los sindicatos y las diferentes patronales del sector para negociar cómo se pasan al régimen laboral los empleados afectados. Por ahora, la propuesta empresarial es convertirlos en falsos autónomos, un extremo que también es rechazado por CCOO. Fuentes del sindicato indican que no se puede dar esta atribución a un peón que está en una línea de trabajo y que dedica su jornada completa a las labores que se llevan a cabo en los mataderos o en las salas de despiece.

Esta organización promueve una oleada de protestas en las grandes cárnicas del país. Está detrás de los paros que tuvieron lugar el pasado lunes en los mataderos del grupo Vall Companys en Lleida (Avidell y Serese), Cuenta (Firvall) y Ciudad Real (Frimacha). En el centro de Zaragoza (Cinco Villas), los paros fueron testimoniales porque allí UGT ostenta la mayoría en el comité de empresa.

Estrategias sindicales

La estrategia del sindicato liderado por Pepe Álvarez es mantener las líneas de debate abiertas y reservar la conflictividad laboral si la negociación enroca. CCOO apuesta por forzar a que las grandes empresas del sector muevan ficha mediante la presión sindical.

Imagen de archivo de una explotación cárnica de Osona / EFE

Imagen de archivo de una explotación cárnica de Osona / EFE

Vall Companys es el gigante del sector en España, aunque las movilizaciones también llegarán a otras firmas como grupo Prolongo, VMR (Disavasa), Aragonesa de Piensos (Arpisa) o Embutidos Rodríguez, entre otros.

Negociación

De hecho, el próximo lunes estaban convocados paros en las plantas de Tudela (Navarra) y Rafaelbuñol (Valencia) de la empresa Uvesa. Pero el presidente de la compañía, Antonio Sánchez Sánchez, ha prometido personalmente al sindicato que está dispuesto a hacer “un esfuerzo máximo” para laboralizar a los cooperativistas que trabajan en sus instalaciones “en un período corto de tiempo”, indican desde CCOO.

Fuentes empresariales señalan que esta es la máxima compartida en todo el sector. Se muestran dispuestos a avanzar en la mesa de debate tripartito y en buscar una salida digna para los empleados afectados por las condiciones de las falsas cooperativas.

Con todo, recuerdan que se trata de un sistema legal y que, por su parte, se cumple la ley. Incluso se alega que en algunas empresas, como Vall Companys, se paga a la cooperativa por encima de lo estipulado en el convenio vigente. Por lo que traspasan la responsabilidad laboral a empresas como Servicarne.

Medidas de impacto

CCOO rechaza esta visión. Pide a estas empresas, que facturan miles de millones cada año, que asuman su responsabilidad en la extrema precariedad en la parte más débil de su cadena productiva, el trabajo de menor valor añadido. Por ello está dispuesta a elevar las protestas a los receptores de los productos cárnicos que se generan en el país.

La industria cárnica equivale al 2% del PIB nacional. Es una de las más potentes del mundo con una cifra de negocio agregada que ronda los 22.000 millones de euros anuales. Los sindicatos indican que da trabajo a 85.000 personas. Exigen dignificar las condiciones de todos los empleados del sector.