Ramón Raventós Basagoiti (43 años) es desde este lunes el nuevo director general de Codorníu. Carlyle ha promovido a uno de los principales impulsores de su desembarco en el grupo vitivinícola para sustituir a Javier Pagés, que pone el punto y final a una etapa de 12 años al frente de la compañía tres meses después de haberse convertido en presidente de la patronal del sector, el Consejo Regulador del Cava.
El fondo de inversión estadounidense completa el relevo en la primera línea del grupo con otro anuncio, el de la integración de Gleva Cellars. Raventós Basagoiti ejercía hasta la fecha como consejero delegado de esta marca. Según los responsables de Carlyle, su trabajo ha servido para “posicionar y desarrollar las bodegas de su portafolio y convertirse en un referente del sector Premium”. Hay que subrayar que Codorníu está centrado desde hace tiempo en ser más relevante en este segmento de mercado.
Integración de su bodega
Tras el movimiento, el grupo también comercializará los vinos de las bodegas Parxet, Mont-Ferrant, Titiana, Tionio, Basagoiti, Portal del Montsant y Raventós de Alella. Aunque los había desarrollado uno de los herederos de Codorníu, nunca los había integrado en la compañía.
Otra muestra de las diferencias que existen entre las diferentes ramas de la familia Raventós. Aunque el objetivo de todos ellos era el mismo, conseguir y defender el nombre propio y la calidad de sus productos en un sector muy competitivo, iban por caminos distintos. Incluso en lo se refiere a la entrada de Carlyle en el grupo.
División por la entrada de Carlyle
El actual director general de Codorníu apoyaba que se abriese una etapa en la empresa con un nuevo socio que tomara una posición de control, mientras que Pagés, la expresidenta Mar Raventós, y los Ferrer Urrutia defendían el modelo operacional que se ha mantenido hasta la fecha. Al final se impusieron los primeros.
El actual presidente del consejo de administración del grupo, Alex Wagenberg, asegura en un comunicado que el nuevo director general es una “persona con gran energía y capacidad de liderazgo”. Aplaude su “profundo conocimiento del sector” y la “probada experiencia en un crecimiento rentable”, otro de los grandes objetivos de la nueva Codorníu.
Gestión laboral
A la nueva etapa de cambios que se abre en el grupo se añade ahora el proceso de integración de Gleva. Implicará a la totalidad de la plantilla de la compañía, que se incorporará a la masa laboral de Codorníu a finales de año, “una vez cumplidos trámites y formalidades”, señala en la misma información a los medios.
La gestión laboral es otro de los deberes pendientes que tiene la nueva vitivinícola. El comité de empresa del grupo, liderado por Codorníu, ha pedido un encuentro con la nueva dirección para conocer el plan industrial de la compañía. Le piden garantías laborales.