Dcoop, el mayor grupo cooperativo aceitero español, atornilla a los olivareros en su plan monopolístico sobre el mercado. Un plan que consiste en vender todo el aceite que sea posible aunque ello suponga hacerlo a precios muy bajos y que ahora exige exclusividad a los productores, aunque no esté dispuesto a pagarles un sobreprecio. Algunos de estos socios, antes que renunciar a sus marcas, han decidido desvincularse de la sociedad.
A partir de la próxima campaña, que está a punto de empezar, Dcoop premiará a los productores que le entreguen todo su aceite y renuncien, por lo tanto, a guardar una parte para el envasado y la venta de marcas propias. Se trata de un cambio de las normas de régimen interno de las cooperativas asociadas al grupo de Antonio Luque. Una modificación que trae consigo algunas bajas de productores. Es el caso de la cooperativa Coesagro; Picualia, por su parte, sopesa prescindir de su marca premium y entregarse a Dcoop.
Dcoop pierde socios
Hoy, Dcoop acoge bajo su paraguas a 112 cooperativas aceiteras. La mayoría son comunes, esto es, mantienen con ella un vínculo social de duración indeterminada y llevan a cabo la actividad cooperativizada. Pero alrededor del 20% son colaboradoras, lo que quiere decir que su negocio principal no es Dcoop, pero ayudan a la consecución de objetivos del grupo. Éstas perderán ahora las garantías de que el grupo de Antonio Luque les va a comprar determinada cantidad de aceite. Deberán decidir si se entregan en cuerpo y alma a cambio de estabilidad.
Antonio Luque, presidente de la cooperativa alimentaria Dcoop / DCOOP
Cierto es que desde Dcoop esperaban alguna baja como la de Coesagro, cooperativa colaboradora que produce 2.300 toneladas y entregaba sólo una parte al conglomerado de Luque. Pero también ha atraído al grupo De Prado, que cuenta con 5.200 hectáreas de olivar. Una superficie que, a pleno rendimiento, producirá 10.000 toneladas de aceite al año. Entretanto, el gigante del sector tantea a Jaencoop (70.000 toneladas). Si lo caza, Dcoop se asegurará el 10% (300.000 toneladas) de la producción anual de aceite.
Dcoop banaliza el producto
Jaencoop es, de hecho, una de las principales perjudicadas por la caída de precios del aceite que, en los últimos meses, imputan los productores a Dcoop y a sus prácticas para expandir su monopolio. En concreto, los afectados acusan a Luque de poner en marcha una estrategia agresiva de venta por debajo de los precios que fija cada semana el sistema Poolred, con el objetivo de acelerar la caída y obligar a otros productores a incorporarse a su organización al no poder asumir unos precios tan bajos.
La bajada de precios puede afectar también al mercado internacional. Y es que los aceiteros españoles temen que Estados Unidos imponga aranceles a la importación de este producto, dado que Dcoop, a través de su marca Pompeian --que comparte con el grupo marroquí Devico--, está desarrollando una agresiva campaña de expansión con una política de precios bajos (y una mezcla de aceite de oliva y de colza). Para colmo, Luque compra aceite fuera de España, más barato pero de peor calidad, para su negocio americano. En resumen, banaliza el producto.
Rápido crecimiento de Dcoop
Sólo en el último lustro, el volumen de facturación de Dcoop ha subido de 564 a 1.080 millones de euros. Visto desde otro ángulo, en 2003 facturó 95 millones. Ello significa que, en los pasados 15 años, la entidad ha multiplicado sus ingresos más de 11 veces. Ningún otro productor nacional de óleos ha experimentado semejante crecimiento en un periodo tan corto.
Además, Dcoop se beneficia también de las subvenciones. Fuentes del sector explican que el grupo recibe un 60% de ayudas públicas, “principalmente por ser una cooperativa”. El máximo de subvenciones al que puede aspirar el sector privado aceitunero es el 15%. El modelo de cooperativa también permite una serie de beneficios fiscales. Todo suma en la puesta en marcha del plan de monopolio.