Movimiento de calado el que acaba de dar Zegona, el fondo británico especializado en inversiones en empresas de telecomunicaciones, en la operadora Euskaltel.
De poder vender, desde finales de julio, un 5% en la teleco vasca un año después de que Euskaltel comprara la asturiana Telecable y forzara el bloqueo en la compraventa de títulos, a anunciar su intención de quedarse con el control de la compañía.
Kutxabank, los March y Escotet, el 'núcleo duro'
Primero, con la intención de tomar un 14,99% adicional al 15% que ya tiene. Y, a partir de ahí, lanzar una oferta sobre el 100% de Euskaltel. Una apuesta difícil de acometer, con la operadora vasca controlada por el férreo ‘núcleo duro’ que forman Kutxabank, la familia March, a través de Corporación Financiera Alba, y Abanca, la banca gallega en manos del venezolano Juan Carlos Escotet.
Entre los tres accionistas suman el 35,8% del capital de Euskaltel, con el 21,3% que tiene el banco, el 10% que atesora la familia mallorquina y el 4,48% restante en manos de Abanca.
El tándem García Erauzkin-Arteche, en entredicho
Una gestión, la impulsada por este ‘núcleo duro’, que Zegona lleva meses poniendo en entredicho por varios motivos. Entiende que el equipo dirigido como presidente por Alberto García Erauzkin y, como consejero delegado, por Francisco Arteche, no está poniendo toda la carne en el asador para intentar que Euskaltel remonte el vuelo, sin tomar las medidas necesarias para que la cotización bursátil se recupere.
“Hay potencial para crear un valor añadido significativo, mejorando la eficiencia, incrementando el crecimiento de los ingresos en las regiones actuales y acelerando la expansión fuera del espacio que ocupa actualmente", reseñaba Eamonn O’Hareco, presidente y CEO de Zegona, en el comunicado remitido para anunciar sus pretensiones sobre Euskaltel.
Reducción de costes y expansión de la red
En ese sentido, cree el fondo británico que, con una serie de medidas operativas y de integración del acceso móvil, podrían rebajar los costes en 40 millones de euros anuales. También estiman en Zegona que Euskaltel debería impulsar la expansión de la red hasta lograr 200.000 clientes.
Para respaldar su apuesta, Zegona no esconde sus cartas. En ese comunicado el propio O’Hareco apunta a José Miguel García, antiguo CEO de Jazztel, como “una valiosa aportación para la dirección de Euskaltel”, y a la oportunidad de que la operadora vasca utilice la ‘marca Virgin’, con cuyo grupo mantiene una relación estrecha desde hace tiempo, para la expansión de Euskaltel en nuevas regiones.
Un órdago arriesgado
No obstante, el órdago del fondo británico, como se apresuraban a recordar desde la operadora vasca tras conocer las intenciones de su accionistas, no resultará fácil. Para la OPA parcial en efectivo Zegona tendrá, previamente, que acordar la ampliación de 256 millones de euros en una junta de accionistas, y después llevarla a cabo. Una ampliación que supone el 140% del actual valor de mercado de Zegona, y que, no obstante, ha sido asegurada por Barclays.
El dinero se destinaría a pagar 206 millones por el 15% de Euskaltel, dejando los 50 millones restantes a pagar los gastos ocasionados por el lanzamiento de la oferta y a otros corporativos generales.
Zegona entraba en Euskaltel con la compra de Telecable
Zegona había entrado en Euskaltel en 2017 cuando el operador vasco adquirió la asturiana Telecable por 686 millones de euros, con una deuda neta incluida de 245 millones de euros.
La operadora controlada por Kutxabank abonaba al fondo británico 186,5 millones de euros en efectivo y otros 255 a través de 26,8 millones de acciones, a un precio de 9,5 euros por título. El paquete que otorga al Zegona el 15% de la compañía presidida por García Erauzkin.
Bloqueo de las acciones hasta el pasado julio
El acuerdo incluía, entre otras cláusulas, el bloqueo de compraventa de estas acciones a terceros hasta finales del pasado mes de julio. Desde ese momento, podría haberse desprendido Zegona de un máximo del 5%, el equivalente al 33% de los títulos. Para vender el 10% restante debería esperar a enero y julio de 2019, repartiendo entre ambas fechas el 66% restante. Pero no lo ha hecho.
Y, a la vista de la maniobra ahora anunciada, parece claro que el fondo británico no tiene la menor intención de salir de Euskaltel, sino todo lo contrario, como es intentar remover de la poltrona a sus actuales dirigentes, apoyados por el actual ‘núcleo duro’ accionarial.
Movimiento en MásMóvil
El volantazo de Zegona llega en un momento en el que en otra operadora nacional, MásMóvil, vuelve a sonar con fuerza la intención de su principal accionista, el fondo Providence, esté intentando colocar su participación del 27% (el 3,97% en derechos de voto y el resto en bonos convertibles). Ya vendió en enero el 14% por 245 millones de euros.
Una desinversión que provocaría un vuelco en el mapa nacional de las telecos, pero cuyo encaje no resulta fácil por aspectos de competencia. Orange, por ejemplo, tendría que apechugar con mil y una cortapisas por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), las que no tendría en absoluto una Euskaltel con mayor proyección. Volverían a verse las caras dos viejos conocidos, Meinrad Spenger, fundador y consejero delegado de MásMóvil, y Eamonn O’Hareco, dos años después de que MásMóvil se quedara, por 600 millones con Yoigo, con la que se catapultaba en el mercado español de telecomunicaciones.