La Sareb sigue liquidando activos a manos llenas a nueve años vista de que venza el plazo fijado para su extinción. Para entonces, en noviembre de 2027, debe haber devuelto los 50.800 millones de euros de deuda que asumió para adquirir los 200.000 activos (préstamos e inmuebles) de las 9 cajas de ahorros que fueron rescatadas con ayudas públicas. Un dineral avalado por el Estado, con lo que si Sareb no lo devuelve, el dinero que reste por devolver a los acreedores saldrá de las arcas públicas.
De momento, cuando está a punto de cumplirse el sexto año de funcionamiento del conocido como banco malo, las desinversiones prosiguen a buen ritmo, pero la presión desde la Comisión Europea, para acelerar la venta de estos activos, no cesa. Siempre pide más.
Restan por devolver 37.900 millones
Por eso, a la sociedad semipública --el Estado tiene el 45% del capital a través del Frob-- no le queda otra que apretar las tuercas, e intentar activar todas las vías posibles para aumentar la reducción de esa deuda. De momento, hasta el mes de junio de 2018, el volumen de deuda cancelada asciende a 12.900 millones, con lo que restan otros 37.900 millones por devolver.
La mayoría de estas obligaciones, casi 24.000 millones, son activos financieros. Préstamos de promotores morosos sobre los que Sareb ya no va a tener ningún tipo de contemplaciones. O pagan ya o se ejecutan. Los casi 14.000 millones restantes de deuda ya son inmuebles líquidos, listos para la venta minorista.
Sin miramientos a los juzgados
Y para tensar la cuerda, el banco malo, presidido por Jaime Echegoyen, ha tomado la decisión de activar sin remilgos la vía judicial, instando los concursos de acreedores o activando directamente las ejecuciones hipotecarias. “Nos hemos dado cuenta de que hay empresarios que pueden pagar, pero no lo hacen. Y si no nos pagan, nosotros no podemos devolver la deuda”, suele comentar el presidente de Sareb cada vez que tiene ocasión.
Ese arreón judicial se ha traducido ya en la entrada en los juzgados de pleitos por un montante de unos 12.500 millones de euros, y los resultados han empezado a percibirse, con la amortización de pagos pendientes o la cancelación de préstamos, dando la razón a los directivos del banco malo, de que no pagaban porque no querían.
Cartera de préstamos reducida en 1.000 millones en 2018
Sareb iniciaba 2018 con una cartera de 73.600 préstamos con un valor nominal de 25.025 millones de euros, el 67,3% del valor de los activos que componían su balance.
Seis meses después, el desagüe de estos préstamos ha permitido reducir el valor de la cartera a 23.847 millones, un 4,7% menos que a cierre de 2017 y un 39,5% inferior al inicio de la vida de la sociedad, a finales de 2012.
O pagan o a juicio
Las cuentas que echa el banco malo de la relación con los promotores morosos ya no presenta ninguna arista. No hay medias tintas. “Si cumplen los pactos y pagan, bien. Si no, a juicio”, explica Manuel Gómez Gilabert, director de Recursos Globales de Sareb.
Del montante actual de préstamos judicializados, el 80% se sustancian a través de concursos de acreedores y el 20% restante entran directamente en ejecuciones hipotecarias. Y, contando que la mayoría de los pleitos se cerrarán a su favor, los responsables de Sareb estiman contar con los activos ligados a estos préstamos entre 2021 y 2022, para poder así hacerlos líquidos más fácilmente.
14.000 promotores deudores
Actualmente, el número de promotores deudores rebasa ligeramente los 14.000, tras una reducción superior al 4% respecto al registrado hace un año. Y casi el 60% de estos deudores mantienen exposiciones inferiores a 2 millones de euros. En los primeros seis meses de 2018 se han sancionado un total de 8.033 propuestas de gestión o venta de préstamos, un 50,4% más respecto al primer semestre de 2017.
Para atar todos los cabos de esta vía judicial, a principios de año Sareb firmaba un convenio con el Registro de Expertos en Economía Forense (REFOR), con el objetivo de dinamizar los concursos de acreedores en los que estén afectados sus activos.
Casi 13.000 inmuebles vendidos entre enero y agosto
De cara a acelerar los procesos concursales, el banco malo dirige a los administradores hacia los servicers (Altamira, Haya, Servihabitat o Solvia) que gestionan los créditos sujetos a concurso y facilitará, cuando sea posible, la tasación de los activos hipotecados e informes no confidenciales.
Entre enero y agosto, Sareb ha vendido 12.936 inmuebles, un 4,9% más que en el mismo periodo de 2017. De ellos, 8.017 unidades se correspondían con unidades propias de la sociedad, mientras que los 4.919 restantes eran activos que figuraban como garantías de préstamos, y que los promotores vendieron a través de Planes de Dinamización de Ventas (PDV) para conseguir liquidez y reducir o cancelar su deuda con Sareb.