El alcalde de Terrassa, Alfredo Vega, ha alcanzado un acuerdo este jueves con la gestora del agua del municipio. Pone un punto y aparte en el intento de cambiar el modelo concesional del servicio por los problemas burocráticos con los que el consistorio se ha encontrado en el proceso. Al final, se ha decidido mantener la “calidad y condiciones” del actual servicio mediante la renovación del acuerdo de colaboración público-privado.
La entrada en vigor tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en el consistorio. Tendrá una vigencia de cinco años y también será de aplicación en los otros municipios en los que estaba presente. Es decir, Rellinars, Vacarisses, Ullastrell y Viladecavalls.
Mediación del Colegio de Abogados
El Ilustre Colegio de Abogados de Terrassa ha tenido un papel capital para permitir que se cerrara el pacto. Ha ejercido de mediador entre el Ayuntamiento egarsense y Mina Pública de Terrassa, la participada del grupo Agbar que se ha encargado del servicio durante los últimos 175 años. La intervención de los magistrados ha sido capital para concluir que este conocimiento era clave para mantener la calidad del servicio y conseguir que la compañía se convierta en el único proveedor para facilitar que los ciudadanos tengan agua potable.
No se prolongará el modelo de gestión actual. La resolución del conflicto pasa por explorar “nuevas vías de colaboración público-privada”, tal y como indican en un comunicado los dos actores del conflicto. Se amplía el trabajo conjunto que realizarán Mina, el Ayuntamiento y la empresa pública que se había creado para ocuparse de la gestión pública, Terrassa Cicle de l’Aigua (EPEL).
Continuidad de la plantilla
Mina se compromete a poner a disposición del EPEL las “aplicaciones informáticas necesarias para una óptima gestión de sus servicios, sus caudales de agua, las oficinas de atención al usuario, almacenes, instalaciones y otras dependencias”. Es decir, la infraestructura a la que ha dado forma durante 175 años.
En contrapartida, se garantizan todos los empleos y las condiciones laborales del personal de Mina. El impacto laboral del cambio de modelo de gestión en el ciclo del agua en la ciudad ponía en riesgo la continuidad de estos puestos de trabajo.
Calidad del servicio
La proveedora del servicio también se compromete a mantener la prestación “sin incidencias y con los máximos niveles de calidad, eficiencia, eficacia y sostenibilidad social, medioambiental y económica”.
El presidente de Mina Pública de Terrassa, Marià Galí, se ha mostrado “satisfecho” con el nuevo acuerdo de colaboración. En el mismo comunicado, muestra su agradecimiento al Ayuntamiento por los “esfuerzos realizados para alcanzar este entendimiento”. Señala que garantiza la continuidad del servicio y se respetan los acuerdos municipales que se han tomado hasta la fecha respecto al servicio del agua.
Encuestas municipales
Concluye que el pacto “revertirá en beneficio del servicio y de la ciudadanía”. Recuerda que en las sucesivas encuestas que se han realizado sobre la calidad de los servicios municipales, el agua siempre ha sido uno de los que ha conseguido mejor valoración.
El resto de detalles del nuevo acuerdo de colaboración público-privada se conocerán a lo largo de las próximas semanas. También se advierte de que se trata de una salida que facilita la conclusión de las causas judiciales que se habían abierto al respecto.