El presidente de Cecot, Antoni Abad, ha comunicado públicamente este viernes que no piensa concurrir a las elecciones del próximo 5 de noviembre para convertirse en el máximo ejecutivo de Foment del Treball. Da de este modo un paso al lado en su estrategia de tomar posiciones más representativas en el empresariado catalán y allana el camino a una negociación con el próximo equipo de gobierno de la patronal para resolver la situación de la organización de Terrassa.
Actualmente los egarenses están expulsados de forma temporal de Foment, hecho que también les apea de formar parte de CEOE. Tras un corolario de desplantes y polémicas que se habían producido por su plan de expansión más allá de su zona de referencia, se decidió una salida temporal que se deberá ratificar en el próximo mandato. Esta fue la propuesta de Joaquim Gay de Montellà, el líder empresarial actual, un año después de llegar a un pacto con la cúpula de Cecot. El acuerdo que se incumplió y derivó en la situación actual.
Cambio de escenario
Fue en ese momento cuando Abad aseguró públicamente que iba a concurrir a las siguientes elecciones. Hizo el anuncio a muchos meses de distancia de la convocatoria oficial y en un contexto político diferente, un escenario que también ha pesado en la toma de decisiones de la cúpula de organización de Terrassa.
Cabe tener en cuenta que el procés también ha pasado factura en estas relaciones, ya que los egarenses han mantenido su tradicional proximidad a Convergència y Foment rechazó la deriva independentista que se tomó. Un año después de la proclamación simbólica de la república catalana, el diálogo y la negociación están de nuevo sobre la mesa.
“A disposición” de Sánchez Llibre
En un comunicado, la patronal local explica que Abad sometió a consideración del máximo órgano ejecutivo de Cecot la propuesta de “colaborar con los entornos económicos y empresariales como lo hemos hecho hasta ahora”. Apuntó que en Foment del Treball se abre una “nueva etapa” y que estará “a la expectativa al nuevo liderazgo, a los equipos y a los programas que se impulsen para la defensa de las empresas de forma efectiva y para mejorar su competitividad”. Y que la cúpula la ratificó.
Aunque en la declaración se debe hacer un apunto lingüístico. En su declaración, la organización de Terrassa afirma que estará “amatent” al futuro presidente de la gran patronal catalana, una palabra casi en desuso en catalán que también alude a una cierta disposición.
Candidatura única
El anuncio de este viernes también implica que se allana el camino a la candidatura única para tomar el testigo de Gay de Montellà al frente de Foment del Treball. Es decir, de que Josep Sánchez Llibre se convierta en el próximo presidente del empresariado catalán por aclamación a partir de la primera semana de noviembre.
Se cumpliría de este modo con una liturgia en la gran patronal catalana. En muy pocas ocasiones se ha recurrido a las urnas ya que se intenta promover lo máximo posible el consenso en la conformación de candidaturas.
Tender puentes con Cecot
Volviendo al plano local, el exlíder de Unió Democràtica y actual responsable de relaciones con las Cortes de CEOE ya ha explicado que su intención es la de intentar tender puentes con Cecot. Reconocen que la dimensión de los de Terrassa les convierte en una patronal local muy fuerte en el panorama catalán, pero se le exige lealtad institucional y que cumpla con las normas internas de funcionamiento de las que se han dotado los propios empresarios.
Principalmente, la de intentar frenar los ánimos expansionistas de la organización.