La asociación de consumidores Facua ha lanzado este lunes una advertencia a Ryanair por la última polémica que ha protagonizado la aerolínea de Michael O’Leary. El anuncio de que piensa cobrar entre seis y 10 euros por el equipaje de mano gratuito, el que pesaba hasta 10 kilogramos y los pasajeros podrían llevar de forma gratuita en la cabina del avión. La entidad ha asegurado que esta política está prohibida.
Se remite a la Ley de Navegación Aérea. La normativa que establecería como obligatorio que las compañías transporten “de forma gratuita” en cabina los bultos más pequeños que los pasajeros lleven consigo. Sean bolsos, mochilas o incluso maletas con las dimensiones requeridas.
Cancelaciones y retrasos
Facua critica que O’Leary quiera modificar sus servicios para “compensar los gastos que le han ocasionado las compensaciones a los pasajeros de las pasadas cancelaciones de vuelos”. Ryanair se ha convertido en una de las protagonistas del verano por su servicio deficiente. Dejó en tierra a centenares de viajeros por una huelga de pilotos europea. Los trabajadores exigían mejorar sus precarias condiciones laborales.
Pero la polémica no se quedó en la falta de previsión ante las cancelaciones. Los sindicatos han amenazado con denunciar a la aerolínea por los “abusos” durante la protesta laboral y los viajeros también están a la greña. Y es que O’Leary llegó a enviar cheques de compensación defectuosos a los que dejó en tierra.
Normativa vigente
De hecho, el grupo irlandés usa los retrasos como excusa de la necesidad de cobrar por el equipaje de mano. Asegura que la lentitud en el embarque provoca que se alteren las previsiones de entrada de pasajeros y que por ello los vuelos salen después de la hora prevista.
Facua alude en el mismo comunicado al artículo 97 de la Ley de Navegación Aérea. Hace referencia a un escrito en el que se dice que el transportista --es decir, la aerolínea-- está obligado a transportar “de forma gratuita” en cabina el equipaje de mano, así como los objetos y bultos que el viajero lleve consigo.
Denuncia a las ‘low cost’
La única excepción para denegar el transporte gratuito es la seguridad. Por ejemplo, si el objeto pesa demasiado o excede en tamaño a lo permitido. También se puede justificar por las características de la aeronave. Dos cuestiones que la unión de consumidores considera que no podría usar Ryanair para incrementar su facturación. Incide en que se trata de una decisión recaudatoria.
La entidad aprovecha este comunicado público para cargar contra el camino que han emprendido las low cost. Asegura que las aerolíneas de este perfil han “devaluado las prestaciones” por la compra de pasajes para vender como extras cuestiones “básicas” como poder estar sentado al lado del acompañante en el momento del embarque. Una actitud que censura.