Tras un año y medio en el que se ha intentado sin éxito sacar adelante el IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) --el pacto por los salarios--, los principales sindicatos del país hacían este lunes por la tarde un anuncio que vislumbra la ansiada renovación. CCOO y UGT confirmaban que cancelan las protestas previstas para este sábado en todo el país para exigir que se desbloqueara el convenio marco para la negociación social. ¿Hay avances entre las partes que lo justifiquen? Los implicados aseguran que este cambio de signo se sustenta únicamente en el efecto Sánchez.
Reconocen que no se ha cerrado ni siquiera un calendario de encuentros para retomar la negociación esta semana. La voluntad de evitar en la medida que sea posible el fracaso del año pasado, cuando fue imposible llegar a un punto en común en la cifra de revalorización de las retribuciones, está sobre la mesa desde el primer día. Una declaración de buenas intenciones tanto de la parte social como de la empresarial. Pero los mismos interlocutores señalan que eso también se daba a lo largo de 2017.
Nuevo escenario
Es el entorno en el que se mantiene la negociación lo que ha variado. Fue el propio Unai Sordo, secretario general de CCOO, el que recordaba desde la reunión del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona) que el Gobierno tiene poco margen en este debate que se mantiene exclusivamente entre los agentes sociales. Reivindicó a principios de mes la independencia de las partes para mantener la negociación al margen de los vaivenes políticos. Aunque, finalmente, el desembarco socialista sí que ha tenido un impacto en el debate.
Se explica que la percepción social de los cambios en la gestión del país da margen ahora a las partes, especialmente a los representantes de los trabajadores, para vender las renuncias necesarias para llegar a este punto en común. Romper la política de líneas rojas que se habían marcado para exigir una revisión al alza de las retribuciones.
Además de que los ánimos internos en CCOO y UGT no están como para convocar las manifestaciones que habían anunciado al Gobierno de Mariano Rajoy para reivindicar el AENC, destacan las fuentes consultadas de ambas organizaciones. Una escalada en la tensión social para denunciar la desigualdad que existe en el país en la que incluso se amenazaba con concluir en huelga general.
Límites de la subida de retribuciones
Oficialmente, se señala que fue el presidente de CEOE, Juan Rosell, el que dio el primer paso al asegurar que habría “incrementos salariales importantes” en España tras la toma de posesión del Gobierno socialista. Desde la patronal puntualizan que estas declaraciones no son precisamente nuevas.
Indican que se acepta que la revalorización es necesaria, pero acotada en las empresas que estén en beneficios y sin llegar a equiparar la subida inapelable al Índice de los Precios al Consumo (IPC), una de las reclamaciones de la parte social.
Aumento del 1,5%
Finalmente, lo más probable es que el incremento se mueva al entrono del punto y medio, con la posibilidad de aumentar otro 0,50% según los resultados de la compañía en concreto o la productividad del trabajador. Esta es la carta actual de la patronal. La reclamación inicial de los sindicatos era, igual que poner un coto al aumento de los salarios, que se fije un suelo.
Estos serán los “flecos” que se deberán cerrar en las próximas reuniones. CEOE aplaude que se haya desbloqueado la negociación, aunque fuentes de la patronal aseguran que queda mucho trabajo por hacer en ámbitos como el absentismo laboral, el papel de las mutuas en el mercado laboral o la formación.
Firma a finales de mes
Desde la patronal se resisten a manifestar que el nuevo AENC se firme en breve. Fuentes de la organización esperan como mínimo otros 15 días de intensa negociación, aunque contemplan como un escenario posible que se firme la renovación antes de que concluya junio o, como tarde, en las primeras jornadas de julio. “Históricamente, siempre ha sido así”, manifiestan los interlocutores consultados.
Los representantes empresariales son algo más prudentes que los sindicatos. Con todo, si finalmente se cumple con los plazos que ahora se han apuntado implicará una victoria del Ejecutivo de Sánchez. Se desbloquearía la negociación y se daría vía libre para firmar convenios laborales y acuerdos autonómicos que están a la espera de que se defina hasta cuánto incrementarán los salarios en España. Que será una cifra al alza se da por descontado.