La XXXIV Reunión del Círculo de Economía ha empezado este jueves de forma inusual. El empresariado catalán ha sido fiel a su cita anual y ha hecho acto de presencia en Sitges. La menor participación ha sido entre los representantes políticos catalanes que habitualmente se dejaban ver en las sesiones. Sólo han mantenido este compromiso figuras del ámbito local como el socialista Jaume Collboni y Sónia Recasens, de PDeCAT. El interés de este jueves estaba en el Congreso de los Diputados y el lobby empresarial lo reconocía incluso desde la sala de prensa, donde se habilitó una televisión central para poder seguir la sesión.
Los empresarios no han levantado los ojos de sus móviles a lo largo de la tarde, pendientes de Madrid. Los corrillos y comentarios han sido constantes en las pausas para cafés entre las sesiones. De hecho, la única que ha generado cierto debate ha sido la intervención del presidente de la Generalitat, Quim Torra. La falta de propuestas económicas de su relato y el formato de la ponencia han sido objeto de comentarios.
Torra pacta eludir las preguntas
Pero, tal y como explicaba el presidente de la organización primero, Juan José Brugera, y su predecesor después, Antón Costas, Torra poco programa económico podía desgranar si aún no se ha conformado oficialmente el nuevo Ejecutivo de la Generalitat. Aún no se ha publicado ni en el DOGC ni en el BOE la ratificación oficial. Una eventualidad que ha propiciado que se pactara con el Círculo de Economía que no se sometiera a las habituales preguntas del lobby. El verdadero debate no se ha producido.
Esta decisión ha generado sorpresa. Y es que la moción le ha convertido en el único representante con capacidad real de rebatir la polémica nota de opinión que la organización publicó al inicio de la semana. La que pedía un cambio en el sistema de las autonomías que implicara el modelo de financiación y blindara ciertas competencias.
Más cambios en el programa
Por ahora, aún se mantiene en el programa la clausura a cargo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque esta condición decaerá en las próximas horas al conseguir Pedro Sánchez los apoyos necesarios en la Cámara Baja para que la moción llegue a buen puerto. O si finalmente el líder del PP presenta la dimisión, extremo que también han debatido los representantes del lobby empresarial. "Si no da el paso, ¡llegará a la sede del PP y se le habrán llevado hasta la mesa del despacho!", lamentaba uno de los ejecutivos.
Sí que se ha escuchado al presidente de Caixabank, Jordi Gual; al profesor de Economía de IESE, Xavier Vives, y a los líderes de Indra, Seat y Puig, Fernando Abril-Martorell, Luca de Meo y Marc Puig, respectivamente. Pero el centro de interés no estaba en las perspectivas económicas de la zona euro o los retos que la nueva industria provoca en las compañías.
Todas las miradas en David Vegara
Todas las miradas del Círculo estaban puestas en David Vegara. El consejero de Banco Sabadell ha aparecido en la reunión junto a Maurici Lucena, con trayectorias profesionales coincidentes. Se conjetura con que podría ser el elegido del PSOE para encabezar el departamento de Economía si finalmente se convierte en el nuevo presidente de España. Los cambios que se pudieran realizar en estas políticas también han sido materia de corrillos.
“¿Y ahora, qué?”, se inquiría. La reunión del Círculo de Economía se ha convertido en el foro ideal para intentar resolver esta cuestión. Como mínimo, desde el punto de vista empresarial. Hay apuestas en todos los sentidos. El único elemento que genera cierto consenso es el de un adelanto electoral. Una salida del embrollo político actual que, como mínimo, no se vislumbra como compleja.