John Hoffman es uno de los ejecutivos con mayor poder dentro de la industria de la tecnología móvil mundial. Ejerce de consejero delegado de GSMA, lo más parecido a una patronal del sector, y ha marcado un hito en Cataluña. Su aviso de que se llevaría el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona en 2019 si proseguía la inestabilidad política o se repetían los problemas de movilidad del año pasado ha conseguido que los responsables de todas las Administraciones que conviven en la capital catalana cierren filas al entrono del evento. Como mínimo, de cara a la galería.
Este fue el mensaje que los representantes del Gobierno central y el Ayuntamiento de Barcelona intentaron trasladar al directivo en el encuentro de la comisión ejecutiva de la fundación de la Mobile World Capital de Barcelona que se celebró este martes. También asistieron representantes de la Generalitat, aunque la falta de gobierno supedita esta acción al artículo 155.
Reivindicaciones independentistas
Son los partidos independentistas los que deben decidir si juegan la carta de la proyección internacional en el evento que empezará en poco más de un mes --se celebrará del 26 de febrero al 1 de marzo-- a lo grande o repetirán acciones como las de ediciones anteriores, con voluntarios de ANC y Òmnium Cultural repartiendo octavillas a los congresistas. Fuentes cercanas tanto al PDeCAT como a ERC apuntan que la reivindicación irá en este sentido.
Recuerdan que está en juego un evento que tiene un impacto económico de 465 millones de euros y propicia la creación de 13.200 empleos temporales en Barcelona que no se concentran exclusivamente en las fechas del evento. La preparación y el desmontaje de la feria en algunos casos dura más de un mes. Ningún otro evento se aproxima a estas cifras, que también suponen aproximadamente un tercio de la facturación de Fira Barcelona.
Además del impacto positivo en el ecosistema de empresas emprendedoras que han situado la ciudad como el primer hub de la innovación tecnológica de España. Todo este tejido consiguió levantar 453 millones de euros de los 779 millones de la inversión global en rondas de financiación de start ups en España.
Calles tranquilas
“Hoffman salió muy contento de la reunión”, indican fuentes próximas a la capital del móvil, liderada ahora por Carles Grau --figura clave en este acuerdo, según indican otros interlocutores del sector--. Desde el entorno del consejero delgado de GSMA señalan que ha recibido el mensaje de que las calles estarán tranquilas sin manifestaciones de reivindicaciones laborales ni políticas con sosiego. Aunque esto no se debe interpretar como que GSMA haya apagado las alarmas.
La patronal persiste en monitorizar la situación en Cataluña. Recuerda la preocupación de grandes actores en el sector y en el MWC, incluso entre miembros del equipo, de aterrizar en una Barcelona con reyertas en la calle. Las imágenes que se divulgaron tras el 1-O y se han repetido en los últimos meses han hecho mella en la percepción de analistas, industriales e inversores, los perfiles dispuestos a pagar los 799 euros que vale la entrada más económica al congreso.
El doble atentado terrorista en las Ramblas y Cambrils de agosto también resta al punto de partida del encuentro de la industria móvil de este 2018, en el que se espera que las medidas de seguridad sean más notorias para los participantes.
Fiscalización de GSMA
GSMA les ha convencido de que no hay peligro de aterrizar en Barcelona y de disfrutar del evento en iguales condiciones que en los años anteriores, pero ha exigido garantías de que será efectivamente de este modo. Los responsables políticos se los han dado. Incluso los del ayuntamiento, con un BComú siempre crítico con los réditos reales del MWC.
Se ha garantizado a Hoffman que la edición de 2018 será la mejor de todas las que han transcurrido a la ciudad. El ejecutivo y su equipo fiscalizarán el evento para cerciorarse de ello.