Empresarios alemanes: "El daño del procés durará hasta diez años". Altos cargos de firmas teutonas en Cataluña expresaron ayer viernes, 19 de enero, su desasosiego por el impacto económico que ha tenido el desafío independentista en la región.
Lo hicieron en un acto del Círculo de Directivos de Habla Alemana celebrado en el Círculo Ecuestre en Barcelona. Durante la sesión, profesionales de empresas del estado centroeuropeo constataron la "pérdida de confianza empresarial" en la autonomía, las inversiones paradas y la merma en la imagen internacional.
"Desde el punto de vista económico, la aventura ha supuesto un desastre para las compañías. El daño infligido a la economía regional costará de recuperar. En algunos casos y empresas concretas, tendrá que pasar una década hasta que recuperen su músculo anterior al 1-O", indicó uno de los ejecutivos presentes a este medio.
"Queremos seguridad jurídica"
El presidente del Círculo, Albert Peters, recordó que "quieren seguridad jurídica para sus negocios" y emplazó a todas las instancias a "trabajar para que vuelvan las 3.000 empresas que se han marchado de Cataluña".
"La fuga de firmas afecta a las familias catalanas, impacta sobre los trabajadores. Trabajar para que haya estabilidad y seguridad jurídica y regresen debería ser la prioridad número uno", agregó.
El vicepresidente del organismo, Carlos Wienberg, subrayó que la entidad "apoya el Estado de derecho" y rechaza "decisiones unilaterales" de cualquier tipo. "Hay 700 empresas alemanas en Cataluña. Deseamos un entorno estable y unas reglas de juego claras para operar", aclaró.
En el encuentro de ayer, varios directivos de importantes firmas respaldaron estas tesis, cargaron contra las "rupturas" y apoyaron sin ambages la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
"Retornar a la sociedad lo que nos dio"
La cita en el Círculo Ecuestre contó con la presencia de Uwe Hück, presidente del comité de empresa y vicepresidente del comité de vigilancia de Porsche AG.
El exactivista y ahora directivo del grupo automotriz dio una conferencia en la que destacó el valor del "esfuerzo" y la idea de que "los valores obligan: las ganancias obligan a devolver algo a la sociedad”, en referencia a los propietarios de las empresas.
Hück siguió con una defensa cerrada del diálogo social. "Los comités de empresa somos plataformas que actuamos de puente entre los empresarios y las plantillas. En el caso de Porsche, en 1992 cuando hubo problemas financieros, dijimos a los propietarios 'sí, vosotros os haréis ricos, pero a cambio debéis dar trabajo en buenas condiciones a las personas", razonó.
El cónclave a puerta cerrada se celebró en un ambiente más distendido que el que tuvo lugar el pasado 20 de octubre, cuando el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel visitó por sorpresa el mismo foro y escuchó la extrema preocupación de los directivos. Ayer, la intervención autonómica había calmado las aguas.