Lo único que se vende en Cataluña: cajas fuertes y seguridad. La sacudida a las finanzas por el cambio de domicilios sociales de bancos en Cataluña –junto a los pseudocorralitos alimentados por el soberanismo como protesta– y el temor a una declaración unilateral de independencia (DUI) han alimentado dos industrias de emergencia.
Como consigna este medio hoy, viernes 27 de octubre, las ventas de los comercios catalanes se han desplomado a tanta velocidad que peligra la campaña de Navidad. Las cifras siguen a las noticias del hundimiento de las reservas hoteleras, entre otros efectos económicos del desafío secesionista.
No obstante, la nueva carestía que tienen que soportar los negocios del territorio va por barrios. Fabricantes y comercializadores de cajas de seguridad e instaladores de puertas blindadas y rejas en balcones han notado un aumento de interés y, en algunos casos, de clientes.
"Proteger el patrimonio"
"Tengo una empresa constructora e instaladora. Desde que escaló la tensión en la región, estamos recibiendo más peticiones de familias. De la zona alta de Barcelona, de Sant Cugat del Vallès o Santa Coloma de Gramenet", enumera un constructor.
"La gente blinda puertas y busca repasar los puntos débiles de seguridad en sus balcones. Prevén que aumente la conflictividad si se declara la independencia unilateral y quieren estar preparados", ha añadido el mismo empresario, que prefiere permanecer en el anonimato.
¿Qué más instala su firma? "Cajas fuertes. Se ha producido un repunte de ventas. Entre la gente que saca sus ahorros por miedo y los llamamientos de los nacionalistas a retirar dinero como protesta, algunos consumidores optan por tener el efectivo en casa. Y claro, lo quieren proteger", ha apostillado.
"Sí, hay más interés"
Este extremo ha sido confirmado por Caixes Fortes Ollé, un fabricante con sede en Igualada (Barcelona). "Sí, desde que empezó todo esto notamos más peticiones de información de clientes. Es una tendencia que se viene notando en los últimos años, pero se ha acelerado en las últimas semanas", ha explicado Miquel Ollé, director comercial.
Según este profesional, los productos más vendidos "son las cajas de depósitos más seguras, las que tienen más prestaciones".
"En plena recesión económica, allá por 2010, ya notamos un aumento de ventas durante un corto periodo de tiempo. Coincidió con el rescate de varias cajas de ahorros", ha admitido Ollé.
"Septiembre fue un buen mes; octubre, también"
El mismo recuerdo tienen en Fichet Barcelona. Este distribuidor de puertas, cerraduras y cajas fuertes recuerda "un gran aumento de ventas en plena crisis" que ahora se repite "de forma mucho menos intensa y de forma puntual".
"En aquella ocasión se debió, además de al temor a un corralito, a que los tipos de interés se hundieron. Alguna gente prefería tener dinero en efectivo en casa. Asimismo, algunos bancos empezaron a cobrar por guardar metálico u objetos en sus cajas de caudales".
Ahora, ya en 2017, el comercializador admite que "cerró septiembre como un buen mes comparado con el mismo periodo del año anterior. Los de octubre, pendiente de cierre, también serán unos buenos 31 días en lo que a depósitos seguros se refiere".
¿Cuánto se gastan los clientes? "Depende. Hay cajas desde 100 euros a más de 2.000 euros, según las prestaciones. Depende del patrimonio o de lo que se quiera guardar en ella", ha concluido.