La calle Aragón de Barcelona cerrada en el centro de la ciudad el 3-O, la jornada del llamado 'paro de país' en el que el pequeño comercio de la zona bajó la persiana / CG

La calle Aragón de Barcelona cerrada en el centro de la ciudad el 3-O, la jornada del llamado 'paro de país' en el que el pequeño comercio de la zona bajó la persiana / CG

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El pequeño comercio teme que la tensión política también afecte a la campaña de Navidad

Los vendedores del centro de Barcelona lamentan afectaciones de hasta el 20% en la caja del mes en curso y piden que se trasladen las manifestaciones

27 octubre, 2017 00:00

El descenso en el consumo ha impactado también en el pequeño comercio catalán, que teme por el futuro de la campaña de Navidad. Las previsiones de estos empresarios pasan por recuperar las ventas que han dejado de hacer desde el 1-O en la antepuerta de su mejor momento del año.

Las patronales del sector explican que, por el momento, se mantienen los planes ante la punta del consumo anual, que por ahora tampoco se ha rebajado. Incluso las laborales, la gran preocupación de los sindicatos. Pero siguen muy de cerca la evolución de la tensión política en Cataluña y la persistencia de los efectos negativos derivados de la decisión de frenar la adquisición de productos que no sean de primera necesidad.

Petición de un mensaje de tranquilidad

“Necesitamos un mensaje de tranquilidad”, indica el presidente de Barcelona Oberta, la organización que agrupa a los principales ejes comerciales de la capital catalana, Gabriel Jané. Afirma que se debe transmitir “confianza desde el punto de vista comercial”.

También critica el “asedio económico por una controversia política”. Jané afea que se advierta de que la economía catalana vaya a entrar en recesión cuando aún no ha ocurrido y espera que la evolución de la política en las próximas jornadas no acabe con las expectativas empresariales que aseguran que aún son optimistas.

Paralelismo con la crisis económica

Reconoce que entre los empresarios de los principales ejes comerciales y turísticos de Barcelona se repite la sensación que se tenía durante la crisis económica. Una afirmación que comparte el presidente de Pimec Comerç, Àlex Goñi. “No hay alegría para ir a comprar”, indica.

La patronal de pymes catalana manifiesta que hay “mucha intranquilidad” ante el momento, aunque también mantiene el optimismo ante la campaña navideña. Señala que la afectación en toda Cataluña es desigual y que desde Pimec seguirán “con mucha atención” la evolución de las ventas de sus asociados.

Afectación

El análisis inicial también coincide entre ambas organizaciones. Las zonas céntricas de las grandes ciudades catalanas se han visto más afectadas por el freno del consumo que los vendedores de barrios y comarcas con menos población.

Para los asociados de Barcelona Oberta este frenazo ha sido especialmente duro y algunos de sus miembros manifiestan que han perdido sobre el 20% de su facturación habitual en esta época del año. Jané declara que al freno al consumo de los particulares se han sumado las jornadas de cierre por las manifestaciones convocadas en el procés.

Petición a ANC y Òmnium Cultural

La organización se ha sentado en las últimas semanas con representantes del Ayuntamiento de Barcelona, de la Generalitat y de la Delegación del Gobierno en Cataluña. A todos ellos les ha reclamado los mensajes de tranquilidad política que esperan que reviertan la situación de las compras actuales.

Jané ha liderado una intensa agenda de encuentros en la que también han estado presentes las cúpulas de ANC, Òmnium Cultural y los miembros de la llamada Taula per la Democràcia, donde además de las organizaciones independentistas se sientan los sindicatos más representativos, CCOO y UGT, Pimec y la territorial díscola de Foment del Treball, Cecot. A ellos se les ha pedido que convoquen manifestaciones fuera del centro de la ciudad.

Proponen llevarlas a calle Marina, avenida Meridiana, el Fórum o el paseo Lluís Companys. Zonas con menos comercio que el centro de la ciudad.