El ministro de Economía español, Luis de Guindos, durante una reunión del Eurogrupo en Tallin / EFE

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, durante una reunión del Eurogrupo en Tallin / EFE

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De Guindos mejora los fondos privados de pensiones pero se ‘olvida’ de su fiscalidad

Economía saca a exposición pública un decreto para hacer más atractivo el ahorro complementario para la jubilación pero pasa de puntillas por la principal reclamación

17 septiembre, 2017 00:00

El Ministerio de Economía ha sacado este semana a exposición pública un decreto cuyo objetivo es fomentar el ahorro privado para la jubilación, un complemento que se estima cada vez más imprescindible en el debate de la sostenibilidad del sistema. El problema de la propuesta es que pasa de puntillas por la principal reclamación del sector: definir una nueva fiscalidad que haga realmente atractivo dotarse de un complemento de la pensión pública.

“Los alicientes que se plantean no son significativos”, indica Joan Anton Sànchez Carreté. El asesor fiscal afirma que el elemento que haría realmente atractivas las rentas vitalicias o temporales sería la “reducción de la base imponible al 40%” en el momento de rescate. Afirma que los efectos sobre la renta harían decantar la balanza a favor de los planes privados más allá de las deducciones actuales, que tienen contraprestación en el momento de la jubilación.

“Si se quiere incentivar el ahorro privado se debe llegar a las ventajas fiscales en el momento en que se cobra”. Asimismo, niega los efectos nocivos que una medida en este sentido pueda tener sobre la recaudación del sistema. “De entrada, porque la afectación es a futuro, no a la de hoy”, indica.

Pago en diferido de los impuestos

Para el decano de Esade Law School, Eduardo Berché, frenar una reforma de la fiscalidad de este ahorro privado por el temor a ingresar menos a 20 o 30 años vista es “pan para hoy y hambre para mañana”. Afirma que sin ventajas en este sentido es muy complejo conseguir que todo el mundo opte por esta vía, incluso de los que tienen menos ingresos.

“Se debe ir hacia una fiscalidad que realmente permita ahorrar para compensar la pensión pública” y evitar lo que Barché denomina “pago en diferido” de las deducciones actuales. La reducción que el contribuyente se puede aplicar en la declaración de la renta cuando está en activo, pero que en realidad es un desplazamiento de los impuestos para el momento en que se empiece a cobrar, una vez retirado.

Revisión de las comisiones

Indica que revisar este “diferimiento” completaría otra medida que sí plantea Economía en su propuesta de reforma, la rebaja de los costes máximos de las comisiones que las entidades que se encargan de gestionar los fondos y planes de pensiones. El tipo máximo para la gestión se rebajará del 1,5%% al 1,25%, mientras que el techo de las que se aplican en concepto de depósito se recorta del 0,25% al 0,20%.

El decano alerta de que mantener el modelo fiscal actual supone que cuando llega el rescate del ahorro privado las comisiones y las tasas que se han aplazado se han comido el beneficio acumulado al largo de los años. Es decir, la fórmula solo garantiza su atractivo para la banca, que aplica las comisiones sobre el parimonio acumulado, tanto si ese año hay beneficio como si hay pérdidas.

Falta de cultura del ahorro

Las actuarias y profesoras de la facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona (UB) Manuela Bosch y María Reyes Pérez abren un poco más el foco del análisis y consideran que el principal problema del ahorro privado complementario a las pensiones públicas es la falta de hábito. Ya sea porque el avance del PIB de los dos últimos años aún no ha repercutido en los salarios o por una falta de cultura financiera que persiste tras la crisis.

Piden que se desarrolle la previsión social y que se pongan las pilas tanto las empresas como los ciudadanos para fomentar este tipo de vehículos para conseguir ahorros finalistas a largo plazo.