Desactivada. La vía del laudo obligatorio abierta por el consejo de ministros ayer miércoles, 16 de agosto, ha fulminado la huelga de seguridad en El Prat. Los vigilantes han perdido su fuerza y no ven, por ahora, maneras de continuar en conflicto con Eulen, la concesionaria del servicio.
Así lo han expresado fuentes cercanas a los huelguistas a este medio. "El laudo, aunque es un parche, cierra la vía de la protesta, al menos por ahora", han indicado desde UGT.
"Ahora no habrá manera. Más adelante ya veremos, pero el decretazo acaba con el conflicto de un plumazo, eso seguro", ha agregado un compañero suyo de otra central sindical.
La Guardia Civil pone orden
Las dos fuentes consultadas, así como otras, han lamentado las "presiones" que, según ellos, sufren de manos de la Guardia Civil en sus puestos de trabajo.
"Vigilan los arcos e incluso se sientan en el escáner cuando un compañero tarda demasiado en procesar una maleta. Todo ello para evitar las colas de pasajeros", ha indicado un empleado.
"Lo único que nos queda es denunciar por violación del derecho a la huelga", ha agregado.
Llega el invierno
Ello no será inmediato. Una denuncia por vulneración de derechos fundamentales tardará años en fallarse. Lo que sí será inmediato será la resolución de obligado cumplimiento.
Como se encargó de recordar el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ayer, miércoles 16 de agosto, el Gobierno designará un árbitro en un máximo de 48 horas si Eulen y los 354 trabajadores no nombran a uno de mutuo acuerdo.
El experto en contenciosos laborales dictará su resolución en un máximo de diez días. Con este calendario, la huelga de El Prat quedará zanjada en doce días, a principios de septiembre.
24 días después
La movilización en los arcos de seguridad del segundo mayor aeropuerto español ha quedado vista para sentencia tras 24 días de pulso, colas intermitentes de pasajeros y cruce de acusaciones entre Generalitat y Gobierno.
La protesta arrancó el pasado 24 de julio con una huelga de celo del personal de Eulen.
El 4 de agosto, el conflicto mutó en paros parciales. La virulencia del mismo, con largas esperas de viajeros, obligaron a Aena a intervenir y a acudir a la mediación entre el comité de huelga y Eulen en la Dirección General de Relaciones Laborales.
Desenlace
El proceso de resolución del conflicto se torció cuando el personal de seguridad rehusó el incremento salarial de 200 euros y 12 pagas en dos votaciones los días 10 y 13 de agosto. Al día siguiente, el 14 de agosto, arrancó el paro del 100% e indefinido que aún está en marcha.
El Gobierno intercedió inmediatamente y reforzó el contingente de Guardias Civiles en El Prat para velar por el cumplimiento de los servicios mínimos, que son del 90%. Las colas remitieron.
Sin músculo
Finalmente, ayer, el Ejecutivo activó la vía del laudo obligatorio. El árbitro decidirá igualar, o no, el complemento que ofreció la Generalitat, y que Gobierno y Eulen aceptaron. Ello significa que los trabajadores pierden toda la fuerza negociadora para alcanzar sus objetivos.
"Nos esperaremos a que se estrellen. Después, intervendremos", decía un sindicato contrario a la protesta a media huelga. Sin haber accidente, el conflicto ayer sí perdió virulencia y tomó el camino de la cuneta.