El personal de seguridad de El Prat convocará "huelga total" en dos semanas. Los vigilantes de los filtros de seguridad del aeropuerto de Barcelona mantienen los paros parciales a partir de este viernes, 4 de agosto, pero transformarán la protesta en "total e indefinida" a mediados de mes.
Las decisiones se han tomado hoy miércoles en una asamblea celebrada en la Casa de Andalucía de El Prat del Llobregat (Barcelona).
"Huelga permanente"
Más de cien trabajadores de un total de 360 de la empresa Eulen han respaldado apoyar la protesta del viernes, que se repetirá cada viernes, domingo y lunes. Los paros serán en franjas de dos horas.
Además, han dado poderes al comité de huelga para entrar en la Consejería de Trabajo una propuesta de movilización permanente a partir de mediados de mes.
La misma sería del 100% y efectiva en diez días, el plazo mínimo autorizado por ley.
Ante el previsible impacto sobre el tráfico aéreo, los convocantes esperan que la Delegación del Gobierno --la autoridad competente al tratarse El Prat de una infraestructura de interés general-- fije servicios mínimos "muy elevados, del 80 o 90 por cien".
Más presion
Un representante del personal ha insistido que las dos medidas de presión se toman "ante los parches que pone Eulen al conflicto y la negativa de Aena de sentarse a mediar".
La misma fuente ha agregado que el gestor aeroportuario "debe licitar una única concesión de seguridad para todos los aeropuertos de España".
Bajo su punto de vista, adjudicar contratos en grandes aeropuertos y lotes de pequeños "tiene efectos como los que hemos visto hasta ahora: falta de personal y ofertas a la baja de las concesionarias".
Colas
Cabe recordar que los paros parciales en los filtros de seguridad de El Prat llevan dos semanas provocando colas de pasajeros en el segundo mayor aeropuerto español.
La protesta aún no ha empezado, pero la empresa acusa a la plantilla de practicar una "huelga de celo" previa a la comunicada. Sea o no verdad, el hub aéreo ha sufrido congestión en los arcos detectores desde hace más de quince días. Unos mil pasajeros, según la patronal de aerolíneas, han perdido ya su vuelo.
Sobre la mesa están las demandas de los empleados, que piden más personal y mejores condiciones para afrontar el volumen de trabajo que les supone el nivel 4 de alerta antiterrorista.