Una auxiliar cuenta pasajeros en el 'vuelo del infierno' de Ryanair, que superó los 50 grados / CG

Una auxiliar cuenta pasajeros en el 'vuelo del infierno' de Ryanair, que superó los 50 grados / CG

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Así fue el 'vuelo del infierno' de Ryanair a Madrid

Calor de más de 50 grados dentro del avión, falta de agua, desmayos y retrasos en una conexión desde Marrakech

24 julio, 2017 23:00

Fue el vuelo del infierno a Madrid. Pasajeros de un vuelo de Ryanair entre Marrakech (Marruecos) y la capital de España sufrieron temperaturas de más de 50 grados, falta de agua, desmayos y un retraso de nueve horas. Muchos de ellos han reclamado a la compañía en lo que denuncian fue "una experiencia cercana a la muerte". La aerolínea, a su vez, cita un "problema técnico", se disculpa con los pasajeros y recalca que les ofreció "dos vales de refrescos".

Uno de los que lo describe así es Jon Barroso. Este bilbaíno debía embarcar en el enlace del pasado 15 de julio que le llevaría desde el hub Marrakech-Menara al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

"Llegamos con tres horas de antelación al aeropuerto y, tras pasar los controles, vimos que el avión estaba aparcado en mitad de la pista. Fuera estábamos a 47 grados", explica el viajero.

"Al embarcar, aquello era una sauna. La gente chorreaba de sudor porque el aire acondicionado no funcionaba. Tras numerosas quejas a las azafatas, salió el piloto a informar de que una válvula de conducción de aire al motor estaba estropeada", confirma otra pasajera, María Pilar Granero.

"Ataques de nervios"

Pese al calor asfixiante de un avión a pleno sol con doscientas personas a bordo, las tripulantes de cabina no repartieron agua ni dejaron bajar al pasaje mientras los pilotos intentaban un despegue que no se produjo.

"Empezamos a repartir la poca agua que teníamos entre los niños que viajaban con nosotros, porque se desmayaban. Los conductos de aire sacaban aire caliente. La sensación era la de estar en una sauna sin poder salir", lamenta Barroso.

"Una chica detrás de mí entró en ataque de pánico. Tuvimos que calmarla. Al final, se levantaron cinco o seis hombres y amenazaron con abrir las escotillas de emergencia. Las auxiliares de vuelo accedieron entonces a abrir una puerta", agrega Granero.

Nueve horas en tierra

Aquella vía de escape fue crucial para los pasajeros. "Nos agolpamos para salir. Ahora que lo pienso en retrospectiva, lo que vivimos allí fue muy peligroso", explica otra pasajera, Maite Arberas.

Al dejar el interior de la aeronave, los pasajeros sintieron "frío" en plena pista de aterrizaje en Marruecos el 15 de julio a la hora de la siesta. "La gente tiritaba del cambio de temperatura", narra la viajera.

Aquella no fue la última prueba que pasarían. La aerolínea de bajo coste dejó tirados a los pasajeros durante nueve horas mientras reparaba la avería. En el ínterin, los afectados intentaron un motín con otro vuelo a Madrid que salía del mismo aeropuerto por la tarde. "Era pura desesperación. No había nadie a quien reclamar", explica Granero.

"Perdí tres kilos"

Finalmente, los turistas pudieron partir de la ciudad de Marruecos sobre las 23:30 de la noche, nueve horas después del horario programado de salida.

"El vuelo fue horrible. Aunque era de noche y ya no hacía tanto calor, la asfixia era sofocante. Perdí tres kilos en ese vuelo. Al llegar a casa, el médico me ha diagnosticado trombosis en las piernas", reconoce la vecina de Calatayud (Zaragoza).

"El piloto, miembro de una tripulación nueva porque la anterior estaba pasada de horas, consiguió finalmente despegar. Puso el aire sólo un rato, porque de lo contrario, dijo que no podríamos salir", explica Barroso.

"Hubo gente que lloró durante el regreso. Otra no quiso subir a ese avión, pues era el mismo que había sufrido la avería. Se quedaron en tierra", avisa Arberas.

"Problema técnico"

Preguntada sobre lo que ocurrió en el vuelo FR7729, Ryanair ha indicado que la aeronave sufrió "un problema técnico". Según la compañia, "mientras los ingenieros de Ryanair trabajaban para solucionarlo, los clientes desembarcaron de la aeronave y se les proporcionó a cada uno dos vales de refresco".

"Una vez que el avión estuvo listo, despegó a Madrid. Ryanair se disculpó con todos los clientes que se vieron afectados por este retraso".

"Razones económicas"

Fuentes sindicales de la aerolínea aportan otra versión. "Volar en bajo coste tiene estas cosas. No reparten agua entre el pasaje salvo situaciones extremas. De hecho, Ryanair no da agua ni al mantenimiento en tierra", han indicado.

"Una aeronave puede tener el aire acondicionado conectado en tierra si Aena se lo proporciona. O, si está aparcada en remoto (pista), coloca un grupo eléctrico junto al avión. Ryanair no tiene estos generadores ni en Barajas ni en Marrakech, por supuesto. ¿Las razones? Económicas. Otras operadoras sí los tienen".

"Por no hablar del trato que recibe la operadora en Marruecos. Se la ve una enemiga de Royal Air Maroc (RAM), la aerolínea de bandera. A menudo, sufre pequeños boicots de este tipo", han aclarado.

Ajenos a estas explicaciones, los pasajeros de la conexión afectada llegaron sudorosos y exhaustos a Madrid. "Nadie nos esperaba allí, huelga decir. Era la primera vez que volamos con esta compañía. No lo volveremos a hacer", remacha Barroso.