Eska irrumpe en el curioso concurso de la papelera Abelan Catalana
Presenta un escrito ante el tribunal para pedir que se abra un proceso competitivo para adjudicar la compañía y se desestime una oferta que se sospecha que viene de PHI
10 junio, 2017 00:00El concurso de acreedores de Abelan Catalana se complica. Eska, un grupo europeo muy potente en el sector del cartón compacto, ha presentado un escrito ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona en el que solicita al tribunal que gestiona la insolvencia a que abra un proceso competitivo para adjudicar la unidad productiva de la papelera con sede en la localidad de Alcover. Da empleo a unas 140 personas.
La multinacional muestra su interés en quedarse con la compañía que quebró bajo la tutela del fondo PHI Industrial. En el escrito, al que ha tenido acceso Crónica Global, indica que se concretará “en el momento en el que se tenga acceso a un data room virtual que permita conocer la situación patrimonial y financiera de la compañía en el momento de realizar la oferta”.
Petición de concurso con oferta
El problema de fondo es la forma en que se planteó la insolvencia. PHI solicitó el concurso voluntario de acreedores y, al mismo tiempo, la enajenación de los activos. Pidió al magistrado que apreciara una oferta que se adjuntaba con la declaración de quiebra.
Lo hizo sin presentarla previamente a la administradora concursal, María Carmen Fernández. Un gesto inaudito en este tipo de insolvencias, tal y como se señaló con anterioridad y ponen de relieve los representantes legales de Eska en su escrito.
“Sorprende, en general, que una sociedad en concurso solicite al juzgado que autorice una enajenación de activos sin haber recabado previamente la conformidad de la administración concursal”, señala, “especialmente cuando —como es el caso— conoce que existen otros operadores que pudieran estar interesados en pujar por dichos activos”.
Pedro Martín, ¿en el ‘board’ de PHI?
También se duda de la procedencia del ofertante, la sociedad Iberboard. El primer motivo de sospecha es que en la propuesta que está en manos del juez se afirma que cuenta con el apoyo de un fondo de inversión industrial.
Ha sido suscrita por Pedro Martín Gimeno, uno de los accionistas de la compañía que “manifiesta haber participado también activamente en procesos de reestructuración en los últimos años”, apunta el escrito de Eska. El ejecutivo figuraba hasta hace poco en el equipo de operaciones de PHI. Se ha eliminado de la página web del fondo el enlace que llevaba hasta su currículum, aunque el nombre aún se puede ver en el directorio general.
El nombre de Pedro Martín aún sigue en la web de PHI Industrial / FOTOMONTAJE DE CG
Relación con el fondo
Especialista en el sector químico, era “director de producción, operaciones, plantas y general en Oxiris Chemicals, primera compañía adquirida y desinvertida por PHI Industrial Acquisitions en 2008, donde participó activamente en su reestructuración y posterior venta”. Se “incorporó de nuevo a PHI en septiembre de 2014 como director de operaciones de La Antigua Lavandera SL, con responsabilidad sobre las dos plantas productivas, una en Sevilla y otra en Barcelona”.
De confirmarse este extremo, se podría recaer en una “utilización oportunista de la venta de activos”, tal y como alerta la multinacional. Una acción que se sanciona en la ley de procesos concursales.
Alerta de actuaciones fraudulentas
“No alcanzamos a comprender los motivos por los que los administradores societarios de Abelan no han solicitado la liquidación de la compañía cuando —como reconocen— no existía posibilidad de presentar un plan de viabilidad y, sobre todo, cuando —como también reconocen— la situación patrimonial y financiera empeoraba día a día”.
Por todo ello, Eska advierte en el documento de que la venta de Abelan Catalana en fase común sin la previa apertura de un “proceso competitivo y transparente de venta puede encubrir actuaciones manifiestamente fraudulentas”.
El juez tiene pendiente responder a la solicitud de la firma europea. PHI declaró el concurso voluntario de Abelan el pasado 31 de enero con un pasivo cercano a los 20 millones de euros. Los principales acreedores son la banca, los proveedores y la Seguridad Social.