Javier Pacheco preparó durante más de un año la candidatura a secretario general de CCOO de Cataluña. Esta semana ha asumido el cargo en el 11 congreso que se ha celebrado en Barcelona. Lo ha hecho con una amplia mayoría, algo inaudito en el sindicato. Tanto, como la ausencia de un rival en el proceso. La estructura sindical ha cambiado y se pone al frente de ella un trabajador de la planta de Nissan de la Zona Franca.
- Tras muchos años, el metal ha llegado finalmente a la secretaría general de CCOO de Cataluña.
- Bueno, ha llegado Pacheco [bromea]. Es cierto que vengo del metal y del sector de la automoción, de practicar la acción sindical en la industria. Eso genera un bagaje y una identidad. Como se dice, del metal se es siempre.
- Marcó una hoja de ruta con cinco prioridades para su mandato. ¿Cuál será su primera actuación a dos semanas del 1 de mayo?
- Lo primero es el acuerdo salarial. Los últimos meses nos hemos movilizado para que CEOE cambiara de opinión. Esta semana ha presentado una propuesta en línea con sus declaraciones de que es necesario incrementar los salarios para potenciar la demanda interna. Pero resulta insuficiente. Para salir de la precariedad se debe recuperar la dignidad de los salarios.
- ¿Cómo plantea la renovación del acuerdo interprofesional de Cataluña (AIC), el pacto marco de los convenios colectivos?
- De entrada, ha surgido un elemento que atenta contra el modelo de relaciones laborales, contra la competitividad y ejerce dumping a empresas y condiciones de trabajo. Hablo de las empresas multiservicios, que deberían abordarse en el AIC. También están pendientes planes de riesgos laborales, concretar cuestiones de igualdad o desarrollar el observatorio del consejo de relaciones laborales. Se necesita una dotación presupuestaria y recursos para que los agentes sociales intervengan en el mapa y la articulación de la negociación colectiva.
- ¿Cómo plantea esa negociación colectiva? Usted luchó por conseguir un convenio del metal de ámbito catalán.
- Si la construcción del marco de relaciones laborales catalanas se concibe con carácter nacional, el mapa de los convenios sectoriales debe ocupar ese espacio. Debe abandonar el carácter provincial, que para mí es anacrónico.
Unai Sordo (i), candidato a suceder a Ignacio Fernández Toxo en la confederación, asistió a la clausura del 11 congreso de CCOO de Cataluña que eligió a Javier Pacheco (d) nuevo secretario general / CG
- Tanto usted como su predecesor en el cargo, Joan Carles Gallego, avisaron en el 11 congreso de que están en disposición de pasar a la ofensiva. ¿Nos acercamos a una huelga general?
- Cuando decimos que pasamos a la ofensiva implica que ha llegado el momento de recuperar el equilibrio entre el crecimiento económico y los derechos sociales. Los queremos reivindicar, reconquistar lo que perdimos con los recortes y construir otros nuevos. Si disponemos de la correlación de fuerzas suficiente y la actitud reivindicativa podremos convocar cualquier movilización. Sea huelga general o no. Y seguro que es un éxito. Si no, podríamos plantear la retórica verbal de la huelga. Algunos se sienten cómodos utilizándola, no es el caso de CCOO. Sabemos que las huelgas, o las ganas o no sirven para nada.
- ¿Hasta dónde espera llegar con la unidad de acción sindical?
- Hasta donde los demás quieran. Tenemos un ejemplo que funciona bastante bien, con algunas luces y sombras, que es la unidad de acción entre CCOO y UGT. Podemos compartirlo con todo el movimiento sindical que defiende intereses no corporativos. Si garantizamos la concertación social, la pluralidad y la representatividad de cada uno, podemos construir un frente sindical unitario en Cataluña.
- En clave política, ¿era necesario que un sindicato aprobase en su congreso una resolución en la que se comprometía a trabajar por un referéndum pactado sobre la independencia catalana?
- No solo necesario, está dentro de nuestro ADN. Tenemos como principio fundamental del sindicato el derecho a la autodeterminación de los pueblos. El bloqueo institucional impide que las políticas que se necesitan para acompañar al crecimiento económico se desplieguen. Además, hemos hecho una encuesta sociológica en la que la afiliación dice cómo se siente sobre su catalanidad, sus preferencias políticas y cómo entienden la relación con el Estado. Y existe una pluralidad similar al del conjunto de la sociedad catalana. No resulta su primera preocupación, es la quinta de las cinco que pusimos. Tenemos claro que no es nuestra función resolver los problemas institucionales del Estado. Es acabar con el paro, subir los salarios, luchar por la igualdad y la violencia de género.
- Pero se han posicionado.
- Preguntamos sobre lo que ocupa y preocupa. Y es una cuestión que ocupa. Al sindicato se le exige una posición. La nuestra no es decidir qué tiene que ser Cataluña, sino garantizar los derechos de participación de la gente. Queremos el derecho a la autodeterminación, pero también la democracia real y participativa. Nos preocupa también que no exista en las empresas y en la economía. Nosotros queremos decidirlo todo. En el caso catalán, pondremos nuestra fuerza social para conseguir que se vote legítimamente y con una vinculación a la decisión que se adopte. Entendemos que es la única solución al conflicto institucional de bloqueo. Pueden existir otras salidas, pero no todas las salidas tienen una solución.
- En los últimos años se han usado fotos oportunity para asegurar que el mundo del trabajo apoya al procés. ¿Evitará repetirlas?
- Ha habido de todo. También se nos ha tachado de traidores al ejercicio de soberanía de Cataluña por parte de algunas organizaciones vinculadas con el independentismo. Forma parte de la propia tensión que vive el país que requiere una solución dialogada. A nosotros nos intentan tirar de la chaqueta porque saben lo que representamos. Si no respondemos como quieren se pueden generar frustraciones que lleven a reproches. Pero, ¡qué vamos a decir nosotros! Los sindicatos siempre hemos tenido contrapartes que nos han intentado desprestigiar. Estamos acostumbrados a poner el pecho y la cara.
- ¿Echará de menos estar en la primera línea sindical?
Creo que la trayectoria sindical debe tener etapas y la mía ha sido muy larga en el ejercicio directo de la negociación. No voy a renunciar a seguir negociando alguna cosa, pero llegar a la secretaría general tiene evidentemente una función más representativa.
- ¿Cómo espera ver a CCOO de Cataluña en cuatro años?
- Bastante renovada, muy feminizada, con muchos más jóvenes dentro de la organización y con un reconocimiento muy legítimo por parte de la sociedad. Creo que en crecimiento económico debemos ser capaces de ocupar un espacio de utilidad real.