"El turismo no puede ser una carga para la gente"

El exministro de Turismo, Aviación Civil, Puertos y Marina de Seychelles Alain St. Ange ha anunciado a su cargo para competir por la Secretaría General de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Si lo consigue, se ha comprometido a luchar por un turismo competitivo que no renuncie a la sostenibilidad. El crecimiento que experimentó el sector en las islas Seychelles bajo su mandato avala su apuesta.

– Se habla de la importancia del turismo sostenible –el mismo Rey lo mencionó en su discurso en Fitur–, pero ¿hasta qué punto está reñido crecer en afluencia turística y ser sostenible?

Todos los países que reciben turistas tienen que tomar la decisión consciente de proteger lo que tenemos. Así no deberán arrepentirse o resignarse a largo plazo. Los inversores en la industria del turismo tienen que invertir a largo plazo porque si no es la propia gente del país quien sufre. Las Seychelles son un ejemplo. Tenemos que elevar el nivel de sostenibilidad a escala global.

– Bajo su liderazgo, el turismo en las Seychelles registró un crecimiento del 19%. Algo sin precedentes. ¿Cómo se consiguió?

– No es el ministro quien lo hace bien. El ministro encabeza un equipo que trabaja muy duro. Pero el éxito de las Seychelles proviene en gran medida del sector privado y de que el Gobierno ha trabajado en un acuerdo público–privado del turismo. Esto es clave para alcanzar el éxito. Cuando la gente que está en la primera línea, que es el sector privado, siente que está trabajando con el Gobierno mano a mano, estás destinado a triunfar.

– Y en las ciudades, ¿cómo resolver el problema que sufren urbes como Barcelona, dónde la saturación turística provoca gentrificación y alquileres más caros?

– Creo que cada país, cada ministro de turismo y cada alcalde de Roma, Barcelona o Madrid tienen que sentarse juntos y analizar el turismo. Desafortunadamente, éste se ha reducido a cuántos turistas recibes, y eso es un error. Se tiene que tener en cuenta también qué logras con las visitas, no solo su número. Si a toda la gente que cruza una frontera les llamas turistas, los números serán buenos, pero estás añadiendo presión a la gente de la ciudad, y esa presión hace subir los alquileres y el coste de la vida. Se tiene que encontrar un nuevo enfoque. Y si soy elegido secretario general, tendremos que empezar a sentarnos con los responsables de los distintos ayuntamientos para ayudar a los países a contemplar la industria turística con amplitud de miras.

Cada ciudad de España tiene su propia agenda, y tiene que ser respetada, porque responden a las necesidades de la gente que representan. El turismo no puede ser una carga para la ciudadanía, y que se generen ingresos que el Estado no gestiona.

– ¿Lo dice por los apartamentos turísticos?

Cada país tiene diferentes normas sobre lo que es un hotel. Airbnb alquila habitaciones como un hotel. Debemos encontrar una solución para todos. Es injusto para un hotel tener que pagar licencia, tener inspecciones y cumplir con unos criterios y que otras organizaciones estén exentas de regulación. En Seychelles, cada visitante tenía que tener una habitación de hotel con licencia. Porque, si no, cuando se produce un incendio o accidentes similares, los riesgos son mayores. Además, si el Estado no recolecta nada por esas visitas, el país sufre. El nombre del país queda dañado. Se debe encontrar una manera –aquí a través de la Unión Europea– para que todos los hoteles tengan licencia, porque si no dañarás la imagen de tu país. Y cuanto antes se haga, mejor será.

– ¿Tienen que tener la misma carga impositiva que los hoteles convencionales?

Hay muchos tipos de alojamientos. Lo que importa es la inspección. La inspección salva el nombre y la economía de un país.

– ¿Deben adaptarse a la economía colaborativa los hoteles?

– Los hoteles tienen un deber cuando están radicados en un país. Tienes que ayudar al país a crecer. Cuando construyes un hotel, se convierte en parte de la infraestructura del país. Tienen que contribuir en su desarrollo y economía. Pero no se trata de tratarles como vacas a quien exprimes la leche, tienes que sentarte y hablar con ellos, y entenderlos. Y ellos entender lo que trata de hacer el Gobierno.

– España es una potencia turística, pero no logra quitarse la imagen de destino barato. ¿Cómo se lucha contra eso?

Creo que los países tienen la capacidad de cambiar su propia imagen. España, desafortunadamente, está encasillada en las visitas masivas, que conlleva que haya turismo barato. Se necesita reunir a todos los actores implicados que hay en el sector. Una vez vez los sientas juntos, se puede dar con una solución que no venga del ministerio, sino de abajo arriba.

– ¿España puede ofrecer más que el sol y playa?

– Totalmente. Tenéis una cultura atractiva en España. En Seychelles cambiamos nuestro marketing para que fuese más allá de las fantásticas playas. Dijimos que no había turismo sin la cultura del país. La gastronomía, la música, el baile, y la misma gente. España tiene que volver a lo que la convierte en lo que es. La cultura española debe reflejarse en el marketing.

– Otro asunto pendiente es cómo atraer el creciente turismo asiático. ¿Cree que España sabe cómo competir en el turismo de compras?

– Cada destino turístico elige el mercado que quiere. Si España decide que quiere el mercado asiático, tiene que ir a por el mercado asiático. Y lo mejor para ello es visitar Asia, así como hacer una lista de lo que quieren los asiáticos como turistas. Tendréis que resolver el problema de la lengua para que os entiendan, y entender las normas de Asia.

turismo alain ange

– Más del 20% de la afluencia turística es prestada por la inestabilidad política de otros destinos. ¿Eso es coyuntural o tiene marcha atrás?

– Diría que España debe mirarse a si misma. Estos países no compiten, se complementan. Lo que necesitamos es trabajar conjuntamente: España, Europa, etcétera. Hoy día en Europa tenéis un reto, que es la seguridad. Cuando hay una bomba en París, sufre todo Europa indirectamente. Porque la gente piensa que hay terrorismo en Europa. Necesitamos que los ministros dek continente se sientan juntos. No es solo un asunto interno. Si estalla una bomba en París o Túnez se debe enviar el mensaje al mundo de que todo ha vuelto a la normalidad.

– En este sentido, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no ayuda a los intereses de Europa.

– Tenemos que trabajar desde la fraternidad turística. No es aceptable que alguien que quiere ponerse un cinturón, entrar en un club nocturno y hacerse explotar se convierta en una estrella el día siguiente por el papel de la prensa. En este sentido, la prensa también tiene un papel que desempeñar. Tu derecho como persona a vivir es más importante que el derecho de otro a querer matarse. Necesitamos sentarnos todos juntos para resolver este asunto. Tengo esta misión si soy elegido: unir a todo el mundo.

– Si es elegido secretario general de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) ¿qué medidas emprenderá en sus primeros 100 días?

– Quiero que los países que no formen parte de UNWTO entren. Como Estados Unidos, Noruega, Singapur, Reino Unido… Los tenemos que invitar. Encontrar la manera para hablar con una sola voz. La segunda cuestión es desplgar oficinas de UNWTO en todos los países para estrechar relaciones. El tercer punto es abordar el tema de la seguridad, porque afecta al turismo. Y, finalmente, poner en la agenda el nivel de desarrollo sostenible. Tenemos que decirle al mundo qué países apuestan por el turismo sostenible. Decirle al mundo los países que trabajan conjuntamente y los que no. Tenemos que ser valientes. Si soy el nuevo secretario, trabajaré con pasión.

– Cuáles son las previsiones para 2017?

– El turismo continuará creciendo, pero no significa que vaya a crecer en todos los países. Es una buena cifra que 1,2 millones de gente viaje, pero también hay quien sufre. Tenemos que trabajar en un nuevo modelo de crecimiento.

– ¿Cree que, para su candidatura, el hecho de que España sea una potencia mundial del turismo le favorece?

– España es un gran amigo. Venimos cada año a Fitur. Apoyamos mucho a España. España y las Seychelles también tienen muy buena relación con la pesca. Los barcos más grandes de pesca son españoles y tienen licencia para pescar atún, etc. Tenemos un acuerdo. España es un buen líder en el mundo del turismo y siempre he tenido buena relación y espero que continúe. Espero que España vote por un amigo para ayudar a España a continuar progresando.