El comercio catalán es el más dinámico del país en cifras absolutas. Lo ha sido históricamente y ha resistido tanto el envite de la crisis como la inestabilidad política dentro y fuera de la comunidad, pero la cruzada independentista que marca la agenda política en los últimos años ha llevado a que el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, falsee los datos sobre las ventas de bienes catalanes con el objetivo de restar importancia al mercado nacional como primer partenaire comercial. Sostiene que el comercio catalán ha crecido hacia el exterior, pero amaga que en similar proporción al crecimiento registrado por el conjunto de España, por lo que la cuota de mercado nacional se mantiene casi invariable.
El también líder de ERC defiende de forma concreta que el peso de España en las exportaciones catalanas ha decrecido el 25% en los últimos cinco años y que los mercados internacionales han ocupado este espacio. La tesis del equipo económico catalán es que la dependencia de España de las empresas catalanas es cada vez menor, aunque los departamentos de estudios de dinamizadores económicos y patronales enmiendan los datos que usa la Generalitat en Cataluña y, sobre todo, en su campaña de promoción exterior de la independencia.
Estabilidad en las exportaciones a España
Recuerdan en primer lugar que no existe ningún informe que analice con exactitud el comercio interregional y los datos que se ofrecen son estimados, los que parten de las estadísticas del Centro de Predicción Económica (Ceprede). La organización analiza los datos que ofrecen las comunidades que forman parte del proyecto C-Intereg. Por lo que no serían igual de rigurosos que los recogidos por el sistema de contabilidad nacional a partir de los registros de aduanas que usa, entre otros, Idescat.
Distribución del comercio de bienes de Cataluña / Fuente: CEPREDE- Idescat
Una vez se tiene en cuenta esta consideración, el propio Ceprede señala que el peso de las exportaciones de Cataluña al resto de España se han mantenido prácticamente estables desde 1995. Movían 38.203 millones de euros de media entre 1995 y 2001, mientras que en el año pasado, el último con las cifras consolidadas, se alcanzaron los 38.648. Antes de la crisis, entre 2002 y 2009, se marcó un récord en la serie histórica con 46.790 millones.
Más negocio internacional
La verdadera revolución en las exportaciones es que las empresas catalanas han pasado de mover una media de 26.843 millones con su negocio en el resto del mundo entre 1995 y 2001 a elevar el dato hasta los 63.839 millones en 2015. Ni siguiera en plena burbuja el dinamismo internacional llegaba a estos niveles. Se quedó en los 43.007 millones entre 2002 y 2009, y en los 55.408 millones en los tres años siguientes.
Es decir, que en el lustro que siguió 1995 más del 58% de las exportaciones catalanas tenían como destino el resto de España según la predicción de Ceprede, mientras que el 41% restante eran mercancías que se destinaban al resto del mundo, con los datos de las aduanas. El año pasado, el 62% del negocio era internacional y el mercado nacional fue el 38%.
Dudas dentro y fuera de España
La Generalitat no informa en el reporte que ha preparado para vender la fortaleza económica de Cataluña --y, de pasada, consolidar las tesis independentistas según fuentes cercanas al Gobierno de Carles Puigdemont-- de este último dato. Los analistas financieros consultados alertan del peligro que supone el sesgo del informe y las dudas que generan los datos inconsistentes con cifras que, directamente, no cuadran.
Incluso han sembrado dudas en sus presentaciones en Cataluña. El número dos de Junqueras en la consejería de Economía, Pere Aragonés, tuvo que dar explicaciones el pasado 15 de diciembre ante los miembros del Consejo de Trabajo, Económico y Social (CTESC) catalán por el menosprecio de las exportaciones a España. “Vemos que es muy importante el mercado español para Cataluña, igual que el mercado catalán en el resto de España”, indicó, “por el interés de todos, estoy convencido que en el escenario que nos encontramos nos defenderemos bien”.
Planteó la cuestión el representante de CCOO de Cataluña en el CTESC.