Cinco claves para abaratar un crédito
Los bancos tratan mejor a los clientes que se vinculan con más productos y que domicilian el cobro de servicios
12 diciembre, 2016 00:00La contratación de una línea de crédito es una actuación bancaria por la que pasan la mayoría de los hogares. Da lo mismo su naturaleza: personales, para el consumo, sufragar los estudios universitarios, vivienda. Cada uno ellos aporta sus propias características en función del modelo seleccionado.
La principal es el precio, el tipo de interés. Oscila en unos márgenes que van del 6% al 13%. A los que hay que añadir las posibles comisiones que incorporen: estudio, apertura, cancelación parcial o total, etc. Hasta encarecer su demanda en hasta en dos puntos porcentuales.
Negociación adicional
Desde este escenario que tiene la financiación particular, ¿es posible reducir las cuantías que imponen desde los comercializadores de estos productos? Desde luego que sí, aprovechando la incorporación de ciertas estrategias que están impulsado desde las entidades de crédito para vender entre sus clientes los principales modelos de financiación.
En unos casos, no habrá más remedio que mantener una relación más intensa con el banco. En otros, sencillamente cambiar de hábitos en las relaciones financieras. De cualquier manera, estas actuaciones generarán que los usuarios puedan reducir el precio de sus créditos hasta dos puntos sin demasiados esfuerzos.
La nómina
Una de las estrategias más sencillas de que disponen los usuarios bancarios en estos momentos para obtener su financiación es a través de la domiciliación de su nómina, si es que el banco no la ha exigido como condición previa. Les permite, por un lado, acceder a una línea de crédito preferente que se presenta con márgenes comerciales más baratos y sin comisiones en su gestión.
Y por otra parte, esta actuación de los clientes genera que puedan suscribir estos productos bajo unas condiciones de contratación mucho más favorables para sus intereses. Con la rebaja, de al menos unas cuantas décimas con respecto al tipo de interés que aplican sobre los modelos originales. En algunos casos, esta medida deberá ser ampliada con la aportación de las principales facturas domésticas.
Más vinculación
Otra puede ser aumentar la relación con el banco. Su mecánica se basa fundamentalmente, en que a medida que son contratados más productos bancarios, se van reduciendo progresivamente los tipos de interés. Hasta conseguir una máxima rebaja de otros dos puntos. Los planes de pensiones, seguros, fondos de inversión o programas de ahorros son los productos más recurridos, entre otros modelos.
Recurrir a un crédito online ya de por sí es otra posibilidad de reducir los costes. El ahorro con respecto a los canales de comercialización tradicionales pueden incluso superar el punto porcentual por parte de las propuestas más agresivas que viene desarrollando el sector.
Hay una alternativa para abaratar los costes, que consiste en la formalización de créditos que están precomercializados sin comisiones y con tipos de interés más bajos como herramienta para captar a nuevos clientes. Desde este planteamiento comercial, puede conseguirse muy cerca del 6%. Aunque con la desventaja de que están limitados a sectores sociales y necesidades muy concretas. Los jóvenes o la financiación para los estudios universitarios son sus principales beneficiarios. Disponen, además, periodos de carencia, en torno a 6 y 12 meses, es otra de sus principales aportaciones.
Los preferentes
Casi todos los bancos disponen de los llamados créditos preferentes, pero que solo se ofrecen a los mejores clientes, que estarán en disposición de conseguir una línea de financiación mucho más competitiva que a través de los restantes formatos.
Con una reducción en los márgenes de intermediación bancarios que se sitúan entre uno y tres puntos porcentuales con respecto a las propuestas convencionales. Disponer de unos ingresos regulares muy potentes, no estar en posiciones deudoras y contar con un impecable expediente bancario ayudará a conseguir este objetivo. Además, permiten una mayor flexibilidad al poder ser negociados directamente con el banco.