De Costa Rica a L'Hospitalet de Llobregat. La familia Carulla, dueños de Agrolimen, ha trasladado todo su portafolio de empresas a la segunda ciudad catalana. La estirpe vinculada al nacionalismo catalán ha acometido un cambio de sede que hasta hora había pasado desapercibido: Agrolimen se ha mudado de la glamurosa avenida Diagonal de Barcelona hasta la plaza Europa del municipio vecino, un entorno más empresarial.
El traslado de la sede tiene varias lecturas. La primera y más importante es que los dueños de Gallina Blanca repatrían e internalizan dos de sus sociedades offshore. Una de ellas, Grupcost Sl, generó parte de la investigación de la Agencia Tributaria por fraude fiscal que se inició en 2010. Las pesquisas acabaron con un pacto entre abogados y acusación y una multa de 9,4 millones de euros.
GrupCost tenía la sede social en Costa Rica y al menos una participada: Pronver Inversiones. La mercantil hacía las veces de holding y empresa matriz.
Los Carulla en el Cono Sur
Labores similares realizaba otra de las compañías repatriadas: Pronvex Inversiones. La sociedad uruguaya se dedicaba a la "participación en otras compañías", según el registro mercantil del país. En 2008 tenía un capital cercano a los 10,50 millones de euros al cambio.
Los movimientos societarios de la estirpe catalana en el Cono Sur no se quedan aquí. La familia estaba vinculada a otra sociedad: Antiga Grupsur. La firma domiciliada en Montevideo presentaba un capital de 35,53 millones de euros ocho años atrás, dos ejercicios antes de que Hacienda empezara a desenredar la madeja societaria de los Carulla por, precisamente, operar empresas en terceros países.
Regularizadas
Cualquiera que fueren las sospechas que albergaban la Agencia Tributaria y el ministerio público sobre estas sociedades, ahora perderán sustancia. Los Carulla han españolizado las mercantiles y las han dotado de 9,11 millones de euros (Pronex Inversiones) y 427.102 euros (Grupcost).
Las empresas están dirigidas por tres de los cinco hermanos: Artur, María y Lluís Carulla Font, quien a la postre fue el único que admitió un delito fiscal y generó la sanción de Hacienda.
Ahorro
La segunda lectura del doble movimiento de la familia --cambio de ciudad e integración de dos sociedades internacionales-- es económica. Los Carulla generarán un ahorro notable en las cuentas del conglomerado en su nueva ubicación.
El metro cuadrado de alquiler en la antigua sede de Agrolimen, en el edificio El Dau de la avenida Diagonal de Barcelona, alcanza los 24 euros. Por contra, las oficinas de la Torre Werfen, en el número 54 de la plaza Europa de L'Hospitalet, se ofrecen en el mercado por 12 euros la misma medida.
Barcelona pierde, L'H gana
La tercera y última arista es la corporativa. Barcelona pierde una marca histórica (fue fundada en 1937 y nació con su nombre actual en 1964) y que genera una facturación mareante: cercana a los 1.800 millones de euros.
Por contra, L'Hospitalet de Llobregat se anota otra victoria sobre la capital catalana. Con discreción, la segunda ciudad catalana está musculando su tejido empresarial con la llegada de empresas y alojamientos. En un futuro próximo se anunciarán más inversiones en la zona.
Ajenos a la disputa municipal, la fuga interna de la empresa apenas hará arquear una ceja a una de las mayores fortunas de España. Los Carulla poseen una fortuna que se mueve en una horquilla de entre 1.900 y 2.400 millones de euros, según las fuentes.